El ayuno en tiempo de Jesús era una práctica común. Él también ayunó antes de empezar su vida pública.
Para nosotros tiene otro significado distinto al de entonces. Debemos ayunar, sí. Así nos unimos a los que padecen de cualquier modo. El ayuno nos hace humildes.
Ayunemos no solo de comida, sino de todo aquello que puede hacer daño a nuestros hermanos, de todo aquello que nos separa de Dios.
Feliz viernes.
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