El santo padre Francisco permaneció en silencio durante la liturgia penitencial “24 horas por el Señor” que se realizó ayer viernes por la tarde en la basílica de San Pedro.
Organizada por el Pontificio Consejo para la Promoción de la Nueva Evangelización, el evento se repetirá los próximos 24 y 25 de marzo, vigilia del cuarto domingo de cuaresma, sobre el tema: “Quiero misericordia”.
Como en los años anteriores la liturgia vio hoy al papa Francisco quitarse los revestimientos y acercarse como penitente a uno de los 95 confesionarios ubicados en la basílica vaticana y confesarse durante unos cuatro minutos.
El libreto de la liturgia propuso un examen de conciencia de 25 puntos, desde situaciones de la vida cotidiana, como “¿He trabajado sin necesidad en los días festivos?”, “¿He dado buen ejemplo a mis hijos?” a temas más delicados, como haber puesto en peligro la vida e integridad del prójimo o haber aconsejado o procurado el aborto. O para los matrimonios: “¿He sido siempre fiel en los afectos y en las acciones?”.
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