Jesús tenía muy clara su misión. Desde siempre. Sabía que nació para morir por nosotros amando hasta el extremo. Bebiendo el cáliz de la entrega.
Toda su vida estuvo orientada a la entrega, sirviendo a todos sin excepción. Y el culmen fue su muerte en cruz, condenado por los hombres a una muerte afrentosa.
Pero "al tercer día resucitará". Su misión no acababa en la Muerte. Su misión incluye también la Resurrección y, a partir de ahí compartimos con Él su misión.
Que tengan un buen miércoles.
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