Todos los domingos por la mañana, Eucaristía con los jóvenes

Todos los domingos por la mañana, Eucaristía con los jóvenes
Altar. Capilla Ntra Sra. del Rosario.

jueves, 27 de febrero de 2014

PRÓXIMO DÍA 5 DE MARZO - CELEBRACIÓN DEL MIÉRCOLES DE CENIZA EN LA CAPILLA STA. Mª DEL PORTIL A LAS 18:00 HRS

[TEXTO COMPLETO] Mensaje del Papa Francisco para la Cuaresma 2014
VATICANO, 04 Feb.- Hoy se dio a conocer el mensaje del Papa Francisco para la Cuaresma 2014, el primero de su pontificado para este tiempo de la liturgia de la Iglesia, que ha titulado “Se hizo pobre para enriquecernos con su pobreza” (cfr. 2 Cor 8, 9).
Queridos hermanos y hermanas:
Con ocasión de la Cuaresma os propongo algunas reflexiones, a fin de que os sirvan para el camino personal y comunitario de conversión. Comienzo recordando las palabras de San Pablo: «Pues conocéis la gracia de nuestro Señor Jesucristo, el cual, siendo rico, se hizo pobre por vosotros para enriqueceros con su pobreza» (2 Cor 8, 9). El Apóstol se dirige a los cristianos de Corinto para alentarlos a ser generosos y ayudar a los fieles de Jerusalén que pasan necesidad. ¿Qué nos dicen, a los cristianos de hoy, estas palabras de San Pablo? ¿Qué nos dice hoy, a nosotros, la invitación a la pobreza, a una vida pobre en sentido evangélico?
La gracia de Cristo
Ante todo, nos dicen cuál es el estilo de Dios. Dios no se revela mediante el poder y la riqueza del mundo, sino mediante la debilidad y la pobreza: «Siendo rico, se hizo pobre por vosotros…». Cristo, el Hijo eterno de Dios, igual al Padre en poder y gloria, se hizo pobre; descendió en medio de nosotros, se acercó a cada uno de nosotros; se desnudó, se "vació", para ser en todo semejante a nosotros (cfr. Flp 2, 7; Heb 4, 15). ¡Qué gran misterio la encarnación de Dios! La razón de todo esto es el amor divino, un amor que es gracia, generosidad, deseo de proximidad, y que no duda en darse y sacrificarse por las criaturas a las que ama.
La caridad, el amor es compartir en todo la suerte del amado. El amor nos hace semejantes, crea igualdad, derriba los muros y las distancias. Y Dios hizo esto con nosotros. Jesús, en efecto, «trabajó con manos de hombre, pensó con inteligencia de hombre, obró con voluntad de hombre, amó con corazón de hombre. Nacido de la Virgen María, se hizo verdaderamente uno de nosotros, en todo semejante a nosotros excepto en el pecado» (Conc. Ecum. Vat. II, Const. past. Gaudium et spes, 22).
La finalidad de Jesús al hacerse pobre no es la pobreza en sí misma, sino —dice San Pablo— «...para enriqueceros con su pobreza». No se trata de un juego de palabras ni de una expresión para causar sensación. Al contrario, es una síntesis de la lógica de Dios, la lógica del amor, la lógica de la Encarnación y la Cruz. Dios no hizo caer sobre nosotros la salvación desde lo alto, como la limosna de quien da parte de lo que para él es superfluo con aparente piedad filantrópica.
¡El amor de Cristo no es esto! Cuando Jesús entra en las aguas del Jordán y se hace bautizar por Juan el Bautista, no lo hace porque necesita penitencia, conversión; lo hace para estar en medio de la gente, necesitada de perdón, entre nosotros, pecadores, y cargar con el peso de nuestros pecados. Este es el camino que ha elegido para consolarnos, salvarnos, liberarnos de nuestra miseria. Nos sorprende que el Apóstol diga que fuimos liberados no por medio de la riqueza de Cristo, sino por medio de su pobreza. Y, sin embargo, San Pablo conoce bien la «riqueza insondable de Cristo» (Ef 3, 8), «heredero de todo» (Heb 1, 2).
¿Qué es, pues, esta pobreza con la que Jesús nos libera y nos enriquece? Es precisamente su modo de amarnos, de estar cerca de nosotros, como el buen samaritano que se acerca a ese hombre que todos habían abandonado medio muerto al borde del camino (cfr. Lc 10, 25ss). Lo que nos da verdadera libertad, verdadera salvación y verdadera felicidad es su amor lleno de compasión, de ternura, que quiere compartir con nosotros.
La pobreza de Cristo que nos enriquece consiste en el hecho que se hizo carne, cargó con nuestras debilidades y nuestros pecados, comunicándonos la misericordia infinita de Dios. La pobreza de Cristo es la mayor riqueza: la riqueza de Jesús es su confianza ilimitada en Dios Padre, es encomendarse a Él en todo momento, buscando siempre y solamente su voluntad y su gloria. Es rico como lo es un niño que se siente amado por sus padres y los ama, sin dudar ni un instante de su amor y su ternura.
La riqueza de Jesús radica en el hecho de ser el Hijo, su relación única con el Padre es la prerrogativa soberana de este Mesías pobre. Cuando Jesús nos invita a tomar su "yugo llevadero", nos invita a enriquecernos con esta "rica pobreza" y "pobre riqueza" suyas, a compartir con Él su espíritu filial y fraterno, a convertirnos en hijos en el Hijo, hermanos en el Hermano Primogénito (cfr Rom 8, 29).
Se ha dicho que la única verdadera tristeza es no ser santos (L. Bloy); podríamos decir también que hay una única verdadera miseria: no vivir como hijos de Dios y hermanos de Cristo.
Nuestro testimonio
Podríamos pensar que este "camino" de la pobreza fue el de Jesús, mientras que nosotros, que venimos después de Él, podemos salvar el mundo con los medios humanos adecuados. No es así. En toda época y en todo lugar, Dios sigue salvando a los hombres y salvando el mundo mediante la pobreza de Cristo, el cual se hace pobre en los Sacramentos, en la Palabra y en su Iglesia, que es un pueblo de pobres. La riqueza de Dios no puede pasar a través de nuestra riqueza, sino siempre y solamente a través de nuestra pobreza, personal y comunitaria, animada por el Espíritu de Cristo.
A imitación de nuestro Maestro, los cristianos estamos llamados a mirar las miserias de los hermanos, a tocarlas, a hacernos cargo de ellas y a realizar obras concretas a fin de aliviarlas. La miseria no coincide con la pobreza; la miseria es la pobreza sin confianza, sin solidaridad, sin esperanza. Podemos distinguir tres tipos de miseria: la miseria material, la miseria moral y la miseria espiritual.
La miseria material es la que habitualmente llamamos pobreza y toca a cuantos viven en una condición que no es digna de la persona humana: privados de sus derechos fundamentales y de los bienes de primera necesidad como la comida, el agua, las condiciones higiénicas, el trabajo, la posibilidad de desarrollo y de crecimiento cultural. Frente a esta miseria la Iglesia ofrece su servicio, su diakonia, para responder a las necesidades y curar estas heridas que desfiguran el rostro de la humanidad.
En los pobres y en los últimos vemos el rostro de Cristo; amando y ayudando a los pobres amamos y servimos a Cristo. Nuestros esfuerzos se orientan asimismo a encontrar el modo de que cesen en el mundo las violaciones de la dignidad humana, las discriminaciones y los abusos, que, en tantos casos, son el origen de la miseria. Cuando el poder, el lujo y el dinero se convierten en ídolos, se anteponen a la exigencia de una distribución justa de las riquezas. Por tanto, es necesario que las conciencias se conviertan a la justicia, a la igualdad, a la sobriedad y al compartir.
No es menos preocupante la miseria moral, que consiste en convertirse en esclavos del vicio y del pecado. ¡Cuántas familias viven angustiadas porque alguno de sus miembros —a menudo joven— tiene dependencia del alcohol, las drogas, el juego o la pornografía! ¡Cuántas personas han perdido el sentido de la vida, están privadas de perspectivas para el futuro y han perdido la esperanza! Y cuántas personas se ven obligadas a vivir esta miseria por condiciones sociales injustas, por falta de un trabajo, lo cual les priva de la dignidad que da llevar el pan a casa, por falta de igualdad respecto de los derechos a la educación y la salud. En estos casos la miseria moral bien podría llamarse casi suicidio incipiente.
Esta forma de miseria, que también es causa de ruina económica, siempre va unida a la miseria espiritual, que nos golpea cuando nos alejamos de Dios y rechazamos su amor. Si consideramos que no necesitamos a Dios, que en Cristo nos tiende la mano, porque pensamos que nos bastamos a nosotros mismos, nos encaminamos por un camino de fracaso. Dios es el único que verdaderamente salva y libera.
El Evangelio es el verdadero antídoto contra la miseria espiritual: en cada ambiente el cristiano está llamado a llevar el anuncio liberador de que existe el perdón del mal cometido, que Dios es más grande que nuestro pecado y nos ama gratuitamente, siempre, y que estamos hechos para la comunión y para la vida eterna. ¡El Señor nos invita a anunciar con gozo este mensaje de misericordia y de esperanza!
Es hermoso experimentar la alegría de extender esta buena nueva, de compartir el tesoro que se nos ha confiado, para consolar los corazones afligidos y dar esperanza a tantos hermanos y hermanas sumidos en el vacío. Se trata de seguir e imitar a Jesús, que fue en busca de los pobres y los pecadores como el pastor con la oveja perdida, y lo hizo lleno de amor. Unidos a Él, podemos abrir con valentía nuevos caminos de evangelización y promoción humana.
Queridos hermanos y hermanas, que este tiempo de Cuaresma encuentre a toda la Iglesia dispuesta y solícita a la hora de testimoniar a cuantos viven en la miseria material, moral y espiritual el mensaje evangélico, que se resume en el anuncio del amor del Padre misericordioso, listo para abrazar en Cristo a cada persona. Podremos hacerlo en la medida en que nos conformemos a Cristo, que se hizo pobre y nos enriqueció con su pobreza.
La Cuaresma es un tiempo adecuado para despojarse; y nos hará bien preguntarnos de qué podemos privarnos a fin de ayudar y enriquecer a otros con nuestra pobreza. No olvidemos que la verdadera pobreza duele: no sería válido un despojo sin esta dimensión penitencial. Desconfío de la limosna que no cuesta y no duele.
Que el Espíritu Santo, gracias al cual «[somos] como pobres, pero que enriquecen a muchos; como necesitados, pero poseyéndolo todo» (2 Cor 6, 10), sostenga nuestros propósitos y fortalezca en nosotros la atención y la responsabilidad ante la miseria humana, para que seamos misericordiosos y agentes de misericordia. Con este deseo, aseguro mi oración por todos los creyentes. Que cada comunidad eclesial recorra provechosamente el camino cuaresmal. Os pido que recéis por mí. Que el Señor os bendiga y la Virgen os guarde.

miércoles, 26 de febrero de 2014

ACCIÓN DE GRACIAS A LAS LECTURAS DEL DOMINGO VIII DEL TIEMPO ORDINARIO (A)



Jesús
Dios Padre providente, que alimentas las aves del cielo
Y vistes de vivo color y limpia hermosura las flores del campo,
Enséñanos a poner nuestra confianza en ti que eres nuestro Padre,
Nos quieres con ternura y conoces nuestras necesidades.
Señor de los graneros, danos hoy nuestro pan de cada día,
Y líbranos de la angustia obsesiva del día de mañana,
Para que, asimilando los criterios de Jesús, vivamos libres
De la fiebre del tener y consumir, del poseer y acaparar,
Y seamos capases de compartir lo nuestro con los hermanos. 
Haz, señor que busquemos sobre todo tu reino y tu justicia,
Seguros de que tú nos darás lo demás por añadidura. Amén.

(Tomado de B. Caballero: La Palabra cada Domingo, San Pablo, España, 1993, p. 132)

LECTURAS DEL DOMINGO VIII DEL TIEMPO ORDINARIO (A)


PRIMERA LECTURA
Yo no te olvidaré

Lectura del libro de Isaías 49, 14-15

Sión decía:

«Me ha abandonado el Señor, mi dueño me ha olvidado.»

¿Es que puede una madre olvidarse, de su criatura, no conmoverse por el hijo de sus entrañas? 

Pues, aunque ella se olvide, yo no te olvidaré.


Palabra de Dios.


Salmo responsorial

Sal 61, 2-3. 6-7. 8-9ab (R.: 6a)
R. Descansa sólo en Dios, alma mía.
Sólo en Dios descansa mi alma, porque de él viene mi salvación; sólo él es mi roca y mi salvación; mi alcázar: no vacilaré. R.

Descansa sólo en Dios, alma mía, porque él es mi esperanza; sólo él es mi roca y mi salvación, mi alcázar: no vacilaré. R.
De Dios viene mi salvación y mi gloria, él es mi roca firme, Dios es mi refugio. Pueblo suyo, confiad en él, desahogad ante él vuestro corazón. R.

SEGUNDA LECTURA
El Señor pondrá al descubierto los designios del corazón

Lectura de la primera carta del apóstol san Pablo a los Corintios 4, 1-5

Hermanos:
Que la gente sólo vea en nosotros servidores de Cristo y administradores de los misterios de Dios. Ahora, en un administrador, lo que se busca es que sea fiel. Para mí, lo de menos es que me pidáis cuentas vosotros o un tribunal humano; ni siquiera yo me pido cuentas. La conciencia, es verdad, no me remuerde; pero tampoco por eso quedo absuelto: mi juez es el Señor.

Así, pues, no juzguéis antes de tiempo: dejad que venga el Señor. Él iluminará lo que esconden las tinieblas y pondrá al descubierto los designios del corazón; entonces cada uno recibirá la alabanza de Dios.


Palabra de Dios.


Aleluya Hb 4, 12
La palabra de Dios es viva y eficaz; juzga los deseos e intenciones del corazón. 

EVANGELIO
No os agobiéis por el mañana
+ Lectura del santo evangelio según san Mateo 6, 24-34

En aquel tiempo, dijo Jesús a sus discípulos:

-Nadie puede estar al servicio de dos amos. Porque despreciará a uno y querrá al otro; o, al contrario, se dedicará al primero y no hará caso del segundo. No podéis servir a Dios y al dinero.
Por eso os digo: No estéis agobiados por la vida, pensando qué vais a comer o beber, ni por el cuerpo, pensando con qué os vais a vestir. ¿No vale más la vida que el alimento, y el cuerpo que el vestido? Mirad a los pájaros: ni siembran, ni siegan, ni almacenan y, sin embargo, vuestro Padre celestial los alimenta. ¿No valéis vosotros más que ellos?
¿Quién de vosotros, a fuerza de agobiarse, podrá añadir una hora al tiempo de su vida?
¿Por qué os agobiáis por el vestido? Fijaos cómo crecen los lirios del campo: ni trabajan ni hilan. Y os digo que ni Salomón, en todo su fasto, estaba vestido como uno de ellos. Pues, si a la hierba, que hoy está en el campo y mañana se quema en el horno, Dios la viste así, ¿no hará mucho más por vosotros, gente de poca fe? No andéis agobiados, pensando qué vais a comer, o qué vais a beber, o con qué os vais a vestir. Los gentiles se afanan por esas cosas. Ya sabe vuestro Padre del cielo que tenéis necesidad de todo eso.
Sobre todo buscad el reino de Dios y su justicia; lo demás se os dará por añadidura. Por tanto, no os agobiéis por el mañana, porque el mañana traerá su propio agobio. A cada día le bastan sus disgustos.


Palabra del Señor.

CARTA DEL PAPA FRANCISCO A LAS FAMILIAS DEL MUNDO

Foto ACI Prensa
VATICANO, 25 Feb.- El Papa Francisco ha escrito una carta a todas las familias del mundo, en la que pide oraciones por el Sínodo que se realizará en octubre en el Vaticano sobre el tema “Los retos pastorales de la familia en el contexto de la evangelización”. El Santo Padre pide rezar mucho para poder afrontar los retos actuales con la luz y la fuerza del Evangelio.
La carta está fechada el 2 de febrero, festividad de la Presentación de Jesús en el Templo, y ha sido dada a conocer hoy por la Santa Sede.
“Queridas familias:
Me presento a la puerta de su casa para hablarles de un acontecimiento que, como ya saben, tendrá lugar el próximo mes de octubre en el Vaticano. Se trata de la asamblea general extraordinaria del Sínodo de los Obispos, convocada para tratar el tema ‘Los retos pastorales de la familia en el contexto de la evangelización’. Pues la Iglesia hoy está llamada a anunciar el Evangelio afrontando también las nuevas emergencias pastorales relacionadas con la familia.
Este señalado encuentro es importante para todo el Pueblo de Dios, Obispos, sacerdotes, personas consagradas y fieles laicos de las Iglesias particulares del mundo entero, que participan activamente en su preparación con propuestas concretas y con la ayuda indispensable de la oración. El apoyo de la oración es necesario e importante especialmente de parte de ustedes, queridas familias.
Esta Asamblea sinodal está dedicada de modo especial a ustedes, a su vocación y misión en la Iglesia y en la sociedad, a los problemas de los matrimonios, de la vida familiar, de la educación de los hijos, y a la tarea de las familias en la misión de la Iglesia. Por tanto, les pido que invoquen con insistencia al Espíritu Santo, para que ilumine a los Padres sinodales y los guíe en su grave responsabilidad.
Como saben, a esta Asamblea sinodal extraordinaria seguirá un año después la Asamblea ordinaria, que tratará el mismo tema de la familia. Y, en ese contexto, en septiembre de 2015, tendrá lugar el Encuentro Mundial de las Familias en Filadelfia. Así pues, oremos todos juntos para que, mediante estas iniciativas, la Iglesia realice un auténtico camino de discernimiento y adopte los medios pastorales adecuados para ayudar a las familias a afrontar los retos actuales con la luz y la fuerza que vienen del Evangelio.
Les escribo esta carta el día en que se celebra la fiesta de la Presentación de Jesús en el templo. En el Evangelio de Lucas vemos que la Virgen y San José, según la Ley de Moisés, llevaron al Niño al templo para ofrecérselo al Señor, y dos ancianos, Simeón y Ana, impulsados por el Espíritu Santo, fueron a su encuentro y reconocieron en Jesús al Mesías.
Simeón lo tomó en brazos y dio gracias a Dios porque finalmente había ‘visto’ la salvación; Ana, a pesar de su avanzada edad, cobró nuevas fuerzas y se puso a hablar a todos del Niño. Es una hermosa estampa: dos jóvenes padres y dos personas ancianas, reunidas por Jesús. ¡Realmente Jesús hace que generaciones diferentes se encuentren y se unan! Él es la fuente inagotable de ese amor que vence todo egoísmo, toda soledad, toda tristeza.
En su camino familiar, ustedes comparten tantos momentos inolvidables: las comidas, el descanso, las tareas de la casa, la diversión, la oración, las excursiones y peregrinaciones, la solidaridad con los necesitados… Sin embargo, si falta el amor, falta la alegría, y el amor auténtico nos lo da Jesús: Él nos ofrece su Palabra, que ilumina nuestro camino; nos da el Pan de vida, que nos sostiene en las fatigas de cada día.
Queridas familias, su oración por el Sínodo de los Obispos será un precioso tesoro que enriquecerá a la Iglesia. Se lo agradezco, y les pido que recen también por mí, para que pueda servir al Pueblo de Dios en la verdad y en la caridad.
Que la protección de la Bienaventurada Virgen María y de San José les acompañe siempre y les ayude a caminar unidos en el amor y en el servicio mutuo. Invoco de corazón sobre cada familia la bendición del Señor”.

martes, 18 de febrero de 2014

¡PERDÓNAME JESÚS, SÁNAME!

 
Señor Jesucristo, hoy te pido la gracia de poder perdonar a todos los que me han ofendido en mi vida.

Sé que Tú me darás la fuerza para perdonar.
Te doy gracias porque Tú me amas y deseas mi felicidad más que yo mismo.

Señor Jesucristo, perdóname por todos mis pecados, faltas y todo lo que es malo en mí.

Me perdono de verdad. Señor, quiero que me sanes de cualquier ira, amargura y resentimiento ¡Perdóname, Jesús, Sáname!

LECTURAS DEL VII DOMINGO DEL TIEMPO ORDINARIO (A)

 
PRIMERA LECTURA

Amarás a tu prójimo como a ti mismo
Lectura del libro del Levítico 19, 1-2.17-18
El Señor habló a Moisés:
-«Habla a la asamblea de los hijos de Israel y diles:
"Seréis santos, porque yo, el Señor, vuestro Dios, soy santo.
No odiarás de corazón a tu hermano. Reprenderás a tu pariente, para que no cargues tú con su pecado.
No te vengarás ni guardarás rencor a tus parientes, sino que amarás a tu prójimo como a ti mismo.
Yo soy el Señor. " »
Palabra de Dios.


Salmo responsorial
Sal 102,1-2.3-4.8 y 10. 12-13 (R.: 8a)
R.
El Señor es compasivo y misericordioso.
Bendice, alma mía, al Señor, y todo mi ser a su santo nombre. Bendice, alma mía, al Señor, y no olvides sus beneficios. R.
Él perdona todas tus culpas y cura todas tus enfermedades; él rescata tu vida de la fosa y te colma de gracia y de ternura. R.
El Señor es compasivo y misericordioso, lento a la ira y rico en clemencia; no nos trata como merecen nuestros pecados ni nos paga según nuestras culpas. R.
 Como dista el oriente del ocaso, así aleja de nosotros nuestros delitos. Como un padre siente ternura por sus hijos, siente el Señor ternura por sus fieles. R.



SEGUNDA LECTURA
Todo es vuestro, vosotros de Cristo, y Cristo de Dios
Lectura de la primera carta del apóstol san Pablo a los Corintios 3, 16-23
Hermanos:
¿No sabéis que sois templo de Dios y que el Espíritu de Dios habita en vosotros?
Si alguno destruye el templo de Dios, Dios lo destruirá a él; porque el templo de Dios es santo: ese templo sois vosotros.
Que nadie se engañe. Si alguno de vosotros se cree sabio en este mundo, que se haga necio para llegar a ser sabio.
Porque la sabiduría de este mundo es necedad ante Dios, como está escrito: «Él caza a los sabios en su astucia.» Y también: «El Señor penetra los pensamientos de los sabios y conoce que son vanos.»
Así, pues, que nadie se gloríe en los hombres, pues todo es vuestro: Pablo, Apolo, Cefas, el mundo, la vida, la muerte, lo presente, lo futuro. Todo es vuestro, vosotros de Cristo, y Cristo de Dios.

Palabra de Dios.



Aleluya Mn 2, 5
Quien guarda la palabra de Cristo, ciertamente el amor de Dios
ha llegado en él a su plenitud.

EVANGELIO

Amad a vuestros enemigos

+ Lectura del santo evangelio según san Mateo 5, 38-48
En aquel tiempo, dijo Jesús a sus discípulos:
-«Habéis oído que se dijo: "Ojo por ojo, diente por diente." Yo, en cambio, os digo: No hagáis frente al que os agravia. Al contrario, si uno te abofetea en la mejilla derecha, preséntale la otra; al que quiera ponerte pleito para quitarte la túnica, dale también la capa; a quien te requiera para caminar una milla, acompáñale dos; a quien te pide, dale, y al que te pide prestado, no lo rehúyas.
Habéis oído que se dijo: "Amarás a tu prójimo" y aborrecerás a tu enemigo. Yo, en cambio, os digo: Amad a vuestros enemigos, y rezad por los que os persiguen. Así seréis hijos de vuestro Padre que está en el cielo, que hace salir su sol sobre malos y buenos, y manda la lluvia a justos e injustos.
Porque, si amáis a los que os aman, ¿qué premio tendréis? ¿No hacen lo mismo también los publicanos? Y, si saludáis sólo a vuestros hermanos, ¿qué hacéis de extraordinario? ¿No hacen lo mismo también los gentiles? Por tanto, sed perfectos, como vuestro Padre celestial es perfecto.»

Palabra de Dios.

EL PAPA FRANCISCO RECIBIRÁ A OBISPOS ESPAÑOLES EL 3 DE MARZO

Foto: Conferencia Episcopal Española
Foto: Conferencia Episcopal Española
MADRID, 17 Feb. Los 83 Obispos de la Conferencia Episcopal Española (CEE) realizarán del 24 de febrero al 8 de marzo la visita ad limina apostolorum; y de acuerdo al programa, serán recibidos por el Papa Francisco primero en dos turnos y posteriormente de manera el conjunta el 3 de marzo.

El primer grupo estará en Roma del 24 de febrero al 3 de marzo. Está compuesto por 44 Prelados pertenecientes a las provincias eclesiásticas de Burgos, Pamplona, Zaragoza, Madrid, Toledo, Mérida-Badajoz, Valencia, Valladolid y el Arzobispo Castrense de España.

Del 3 al 8 de marzo serán 39 obispos los que se encuentren con el Papa, pertenecientes a las provincias eclesiásticas de Barcelona, Tarragona, Granada, Santiago de Compostela, Oviedo y Sevilla.

El lunes 3 de marzo tendrá lugar la Audiencia con el Santo Padre de toda la Conferencia Episcopal Española. Está previsto que el Papa les dirija unas palabras, así como también un discurso del Presidente de la CEE, el Cardenal Antonio María Rouco Varela.

Durante la visita, los obispos se encontrarán también con los responsables de los distintos dicasterios de la Curia Romana.

Según informa la Oficina de Prensa de la CEE, la última visita ad limina tuvo lugar del 17 de enero al 6 de marzo de 2005. Pero no pudo completarse, debido al empeoramiento de la salud del Papa Juan Pablo II.

Durante su pontificado, Benedicto XVI viajó tres veces a España. En 2006, por el V Encuentro Mundial de las Familias en Valencia. Posteriormente viajó en 2010 a Barcelona y Santiago de Compostela; y en 2011 a Madrid con motivo de la Jornada Mundial de la Juventud. Sin embargo, durante su pontificado no se realizó ninguna visita ad limina de los obispos españoles.

Los orígenes históricos de estas visitas a la Sede de Pedro se remontan al siglo IV, aunque fue en 1585 cuando el Papa Sixto V la institucionalizó y la dispuso de modo sistemático.

Este tipo de encuentros se recoge en los cánones 399 y 400 del Código de Derecho Canónico. Según esta legislación de la Iglesia, los obispos diocesanos deben visitar las tumbas de los Apóstoles, encontrarse con el Sucesor de Pedro y presentar un informe o relación de sus respectivas diócesis cada cinco años, aproximadamente.

Con la visita se visibiliza y pretende la unidad y la comunión de los obispos con el Sucesor de San Pedro y de las iglesias locales con la Iglesia primada de Roma. De este modo, la visita ad limina es una ocasión para la comunión eclesial, la colegialidad episcopal y la caridad fraterna entre los pastores y el Papa.

martes, 11 de febrero de 2014

ACCIÓN DE GRACIAS AL DOMINGO VI DEL TIEMPO ORDINARIO



Te bendecimos, Padre, porque gracias a la unión con Cristo, la 

ley vivificante del Espíritu nos ha liberado de la ley del pecado 

y de la muerte, para vivir en la libertad de tus hijos. 

Jesús mismo, con su palabra y su ejemplo, nos impulsa 

a una respuesta personal y agradecida al don de tu amor de Padre. 

En su nueva ley evangélica adquiere plenitud la antigua, 

y el espíritu desborda sobre el marco de la letra escrita. 

Concédenos, Señor, caminar bajo la guía de tu Espíritu, 

sin gratificar nunca los deseos y las obras de la carne, 

para vivir gozosamente la ley de Cristo con plena fidelidad. 

Así tu ley será nuestro gozo y nuestra fortaleza.

Amén. 

LECTURAS DEL DOMINGO VI DEL TIEMPO ORDINARIO (A)

Primera lectura

Lectura del libro del Eclesiástico (15,16-21):

Si quieres, guardarás los mandatos del Señor, porque es prudencia cumplir su voluntad; ante ti están puestos fuego y agua: echa mano a lo que quieras; delante del hombre están muerte y vida: le darán lo que él escoja. Es inmensa la sabiduría del Señor, es grande su poder y lo ve todo; los ojos de Dios ven las acciones, él conoce todas las obras del hombre; no mandó pecar al hombre, ni deja impunes a los mentirosos.

Palabra de Dios

Salmo

Sal 118,1-2.4-5.17-18.33-34

R./ Dichoso el que camina en la voluntad del Señor

Dichoso el que, con vida intachable, 
camina en la voluntad del Señor; 
dichoso el que, guardando sus preceptos, 
lo busca de todo corazón. R/.

Tú promulgas tus decretos 
para que se observen exactamente. 
Ojalá esté firme mi camino, 
para cumplir tus consignas. R/.

Haz bien a tu siervo: 
viviré y cumpliré tus palabras; 
ábreme los ojos, y contemplaré 
las maravillas de tu voluntad. R/.

Muéstrame, Señor, el camino de tus leyes, 
y lo seguiré puntualmente; 
enséñame a cumplir tu voluntad 
y a guardarla de todo corazón. R/.

Segunda lectura

Lectura de la primera carta del apóstol san Pablo a los Corintios (2,6-10):

Hablamos, entre los perfectos, una sabiduría que no es de este mundo, ni de los príncipes de este mundo, que quedan desvanecidos, sino que enseñamos una sabiduría divina, misteriosa, escondida, predestinada por Dios antes de los siglos para nuestra gloria. Ninguno de los príncipes de este mundo la ha conocido; pues, si la hubiesen conocido, nunca hubieran crucificado al Señor de la gloria. Sino, como está escrito: «Ni el ojo vio, ni el oído oyó, ni el hombre puede pensar lo que Dios ha preparado para los que lo aman.» Y Dios nos lo ha revelado por el Espíritu. El Espíritu lo sondea todo, incluso lo profundo de Dios.

Palabra de Dios

Evangelio

Lectura del santo evangelio según san Mateo (5,17-37):

En aquel tiempo, dijo Jesús a sus discípulos: «No creáis que he venido a abolir la Ley y los profetas: no he venido a abolir, sino a dar plenitud. Os aseguro que antes pasarán el cielo y la tierra que deje de cumplirse hasta la última letra o tilde de la Ley. El que se salte uno sólo de los preceptos menos importantes, y se lo enseñe así a los hombres será el menos importante en el reino de los cielos. Pero quien los cumpla y enseñe será grande en el reino de los cielos. Os lo aseguro: Si no sois mejores que los escribas y fariseos, no entraréis en el reino de los cielos. Habéis oído que se dijo a los antiguos: "No matarás", y el que mate será procesado. Pero yo os digo: Todo el que esté peleado con su hermano será procesado. Y si uno llama a su hermano "imbécil" tendrá que comparecer ante el Sanedrín, y si lo llama "renegado" merece la condena del fuego. Por tanto, si cuando vas a poner tu ofrenda sobre el altar, te acuerdas allí mismo de que tu hermano tiene quejas contra ti, deja allí tu ofrenda ante el altar y vete primero a reconciliarte con tu hermano, y entonces vuelve a presentar tu ofrenda. Con el que te pone pleito, procura arreglarte en seguida, mientras vais todavía de camino, no sea que te entregue al juez, y el juez al alguacil, y te metan en la cárcel. Te aseguro que no saldrás de allí hasta que hayas pagado el último cuarto. Habéis oído el mandamiento "no cometerás adulterio." Pues yo os digo: El que mira a una mujer casada deseándola, ya ha sido adúltero con ella en su interior. Si tu ojo derecho te hace caer, sácatelo y tíralo. Más te vale perder un miembro que ser echado entero en el infierno. Si tu mano derecha te hace caer, córtatela y tírala, porque más te vale perder un miembro que ir a parar entero al infierno. Está mandado: "El que se divorcie de su mujer, que le dé acta de repudio." Pues yo os digo: El que se divorcie de su mujer, excepto en caso de impureza, la induce al adulterio, y el que se case con la divorciada comete adulterio. Habéis oído que se dijo a los antiguos: "No jurarás en falso" y "Cumplirás tus votos al Señor." Pues yo os digo que no juréis en absoluto: ni por el cielo, que es el trono de Dios; ni por la tierra, que es estrado de sus pies; ni por Jerusalén, que es la ciudad del Gran Rey. Ni jures por tu cabeza, pues no puedes volver blanco o negro un solo pelo. A vosotros os basta decir "sí" o "no". Lo que pasa de ahí viene del Maligno.»

Palabra del Señor

EL CONTAGIO DE LA ALEGRÍA

«Es muy triste ver a una juventud “harta”, pero débil», incapaz de «rechazar tantas ofertas a bajo precio» que encuentran a su alrededor. Es necesario que los jóvenes aprendan a redescubrir la valentía de la felicidad, de la alegría y de la sobriedad. Lo escribe el Pontífice en el mensaje para la Jornada mundial de la juventud de 2014, el primero de los tres mensajes dedicados a las Bienaventuranzas evangélicas tema de los próximos años en el itinerario de preparación para el encuentro internacional programado para 2016 en Cracovia. El Santo Padre, entre otras cosas, anuncia su decisión de proclamar a Juan Pablo II patrono de las jornadas mundiales, de las cuales fue su iniciador.
En el mensaje, el Papa recuerda a los jóvenes que Jesús mostró el camino a seguir, encarnando las Bienaventuranzas en toda su vida: vivir las Bienaventuranzas es hoy un auténtico desafío para seguir a Cristo yendo a contracorriente y testimoniando su novedad revolucionaria.
El Papa Francisco explica qué significa ser pobres en espíritu, entrando en el corazón del tema de la próxima Jornada: elegir «un camino de pobreza, de humillación», el mismo que eligió Jesús. Y el Pontífice presenta como ejemplo a seguir por este camino, a san Francisco de Asís. Los jóvenes cristianos, por lo tanto, están llamados a abrazar «un estilo de vida evangélico de sobriedad».
El Papa destaca luego el vínculo profundo entre el tema de la Jornada de Río —«Id y haced discípulos a todos los pueblos»— y la bienaventuranza de los pobres de espíritu. En efecto, explica, «pobreza evangélica es una condición fundamental para que el Reino de Dios se difunda»; a menudo «de los corazones más sencillo brota la alegría auténtica que es el motor mismo de la evangelización». El Santo Padre recuerda, por último, el trigésimo aniversario de la entrega a los jóvenes de la cruz del jubileo de la redención, que tendrá lugar el próximo 22 de abril. «Precisamente a partir de ese acto simbólico de Juan Pablo II —escribe— comenzó la gran peregrinación juvenil que, desde entonces, continúa a través de los cinco continentes».

sábado, 8 de febrero de 2014

ACCIÓN DE GRACIAS AL DOMINGO V DEL TIEMPO ORDINARIO (A)


Padre nuestro del cielo, hoy nuestra plegaria
se centra en el deseo de Cristo al pedirte ardientemente
la unidad total de cuantos por el ancho mundo creemos en ti.
Solamente tú puedes lograr lo que parece imposible:
que los hermanos esperados nos unamos en una sola Iglesia,
formando un solo rebaño bajo la guía de un solo pastor.

Todos hemos sido bautizados en un mismo Espíritu
para constituir un solo cuerpo, el cuerpo eclesial de Cristo.
Ayúdanos a mantener la unidad de la fe con el vínculo de la paz,
porque una sola es la meta de la esperanza de la vocación
a la que tú nos llamas en Jesucristo nuestro Señor.

Amén.


(Tomado de B. Caballero: La Palabra cada Domingo, San Pablo, España, 1993, p. 117)

LECTURAS DEL V DOMINGO DEL TIEMPO ORDINARIO (A)

Primera lectura

Lectura del libro de Isaías (58,7-10):

Así dice el Señor: «Parte tu pan con el hambriento, hospeda a los pobres sin techo, viste al que ves desnudo, y no te cierres a tu propia carne. Entonces romperá tu luz como la aurora, en seguida te brotará la carne sana; te abrirá camino la justicia, detrás irá la gloria del Señor. Entonces clamarás al Señor, y te responderá; gritarás, y te dirá: "Aquí estoy." Cuando destierres de ti la opresión, el gesto amenazador y la maledicencia, cuando partas tu pan con el hambriento y sacies el estómago del indigente, brillará tu luz en las tinieblas, tu oscuridad se volverá mediodía.»

Palabra de Dios

Salmo

Sal 111,4-5.6-7.8a.9

R/.
 El justo brilla en las tinieblas como una luz

En las tinieblas brilla como una luz
el que es justo, clemente y compasivo. 
Dichoso el que se apiada y presta, 
y administra rectamente sus asuntos. R/.

El justo jamás vacilará, 
su recuerdo será perpetuo. 
No temerá las malas noticias, 
su corazón está firme en el Señor. R/.

Su corazón está seguro, sin temor. 
Reparte limosna a los pobres; 
su caridad es constante, sin falta, 
y alzará la frente con dignidad. R/.

Segunda lectura

Lectura de la primera carta del apóstol san Pablo a los Corintios (2,1-5):

Yo, hermanos, cuando vine a vosotros a anunciaros el misterio de Dios, no lo hice con sublime elocuencia o sabiduría, pues nunca entre vosotros me precié de saber cosa alguna, sino a Jesucristo, y éste crucificado. Me presenté a vosotros débil y temblando de miedo; mi palabra y mi predicación no fue con persuasiva sabiduría humana, sino en la manifestación y el poder del Espíritu, para que vuestra fe no se apoye en la sabiduría de los hombres, sino en el poder de Dios.

Palabra de Dios

Evangelio

Lectura del santo evangelio según san Mateo (5,13-16):

En aquel tiempo, dijo Jesús a sus discípulos: «Vosotros sois la sal de la tierra. Pero si la sal se vuelve sosa, con qué la salarán? No sirve más que para tirarla fuera y que la pise la gente. Vosotros sois la luz del mundo. No se puede ocultar una ciudad puesta en lo alto de un monte. Tampoco se enciende una lámpara para meterla debajo del celemín, sino para ponerla en el candelero y que alumbre a todos los de casa. Alumbre así vuestra luz a los hombres, para que vean vuestras buenas obras y den gloria a vuestro Padre que está en el cielo.»

Palabra del Señor

LV CAMPAÑA DE MANOS UNIDAS: "UN NUEVO MUNDO, UN PROYECTO COMÚN"



Este viernes, 7 de febrero, se inicia la nueva campaña de Manos Unidas para este año, bajo el lema “Un mundo nuevo, proyecto común” y centrada en el 8º Objetivo de Desarrollo del Milenio (ODM): “fomentar una alianza mundial por el desarrollo”. La ONGD de la Iglesia, que desarrolla más de 800 proyectos de desarrollo en todo el mundo, recordará a lo largo de los próximos 12 meses y desde sus 70 delegaciones de toda España, que es necesario lograr una fraternidad universal, que los países ricos se unan a los más desfavorecidos en la lucha contra la pobreza, resaltando la importancia del compromiso y cambio individual para lograr el cambio global.
La necesidad de fomentar una alianza mundial por el desarrollo es imprescindible si se quiere avanzar en la lucha contra la pobreza, y necesita de la implicación de los países desarrollados y de los que están en desarrollo. Por eso, tanto la propuesta de Manos Unidas en favor de un proyecto común por un mundo nuevo, como la iniciativa de la comunidad internacional sobre los Objetivos del Milenio, coinciden en la necesidad de establecer relaciones que reconozcan la fraternidad universal entre todos los pueblos del planeta, como condición necesaria para un desarrollo verdaderamente humano.
Con el Día del Ayuno Voluntario, en solidaridad con los 842 millones de personas que sufren el hambre en el mundo (12% de la población), se abre oficialmente la campaña y un fin de semana de actos en los que destaca la celebración de la Eucaristía, presidida por nuestro Obispo, el sábado 8 de febrero a las 20.00 h. en la Parroquia de San Sebastián de Huelva. Además, el domingo 9 de febrero, se realizará la colecta especial en todas las parroquias de nuestra diócesis con motivo de la Jornada Nacional de Manos Unidas. Además, la misma tarde del domingo, a partir de las 18.00 h., la Casa Colón acogerá una gala benéfica a beneficio de las ONGD’s Manos Unidas, Madre Corage y Sol de Esperanza.
Además, durante estos días de inicio de campaña recorre nuestra diócesis la hermana Maite Oiartzun Baraibar, misionera de Nuestra Señora de África, para ofrecer un testimonio directo de la labor que, desde la delegación de Huelva se está llevando a cabo. El día 6 de febrero visitará los colegios de Valverde del Camino. De regreso a Huelva hará escala en Beas para compartir un coloquio con la Asociación de Amas de Casa de la localidad. A las 20.00 h., participará en el rezo del Rosario que la Hermandad del Rocío de Huelva celebra cada semana, en esta ocasión, bajo la intención de la campaña. El 7 de febrero, acompañará a las distintas mesas que serán colocadas en distintos barrios de la capital. Se hará presente también en la parroquia de San Pedro, para charlar con los niños de la catequesis y cerrará la jornada con la Misa y la Cena del Ayuno en la parroquia de Bellavista. El resto del fin de semana participará en los distintos actos organizados por la delegación.

La Delegación de Huelva de Manos Unidas, cuya sede se encuentra en la calle Cardenal Cisneros, 11, participa directamente en seis proyectos repartidos por todo el mundo y destinados a necesidades tan diversas como la formación laboral, la educación o el desarrollo. Ejemplos de estos proyectos son: la construcción de una escuela para niños tribales entre 5 y 13 años en Saparumgutu (India); o el programa de formación y capacitación laboral de jóvenes campesinos en exclusión social de Matgra (Perú), para capacitar a estas personas en trabajos de panadería, carpintería, textil, artesanía y derivados lácteos; o la construcción y puesta en marcha de una granja avícola a cargo de personas en silla de ruedas, afectadas por la enfermedad de la poliomielitis en Kara (Togo)…