En este segundo domingo de Cuaresma la liturgia nos recuerda el pasaje evangélico de la Transfiguración del Señor en el monte Tabor.
Jesús, antes de resplandecer en su Pasión quiso resplandecer gloriosamente ofreciendo a sus discípulos un camino de luz antes de la Cruz.
Jesús, es la luz del mundo y es esa luz la que nos debe iluminar en los momentos de cruz de nuestra vida. Él es nuestra luz, dejemos que su luz brille en nuestras vidas.
Feliz día del SEÑOR.
No hay comentarios:
Publicar un comentario