En el evangelio de hoy, ya encaminada la cuaresma, se nos habla del perdón, de la reconciliación con el hermano, de pleitos y pagos, de quejas y jueces.
Jesús dice que de nada nos vale poner una ofrenda sobre el altar si no estamos reconciliados con nuestro hermano. ¡Qué importante debe ser el perdón para Dios!.
No quiere que le ofrezcamos nada, si un hermano tiene alguna queja contra nosotros. Por eso, perdona, perdona siempre porque así de reconciliados nos quiere Dios.
Feliz viernes.
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