Hoy el evangelio nos ofrece la parábola del hijo pródigo, conocida por todos. Hay quienes prefieren llamarla "parábola del padre bueno", ya que es lo que destaca en el relato.
Un padre que siempre espera, un padre que siempre perdona, un padre que siempre ama, un padre que es infinitamente misericordioso.
Hagamos como el padre de la parábola, esperemos siempre, perdonemos siempre, amemos siempre, seamos misericordiosos siempre, así seremos perfectos, como nuestro Padre del cielo.
Feliz sábado
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