LO ENCUENTRA JESÚS EN EL TEMPLO
En el evangelio de hoy, que nos cuenta la curación del paralítico en la piscina de Betesda, tenemos un detalle curioso en el que debemos fijarnos.
Jesús encontró al paralítico curado en el Templo. Y es que allí, en el templo, en la iglesia, en el Sagrario encontramos a Dios y Dios se deja encontrar.
En los encuentros con Jesús nos curamos interiormente, por eso es tan importante tener ratos de intimidad con Él, en la oración, corazón a corazón. Vayamos a su encuentro.
Que tengan un feliz día
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