Comenzamos febrero y la liturgia nos sigue mostrando a diario las maravillas del evangelio de Marcos. Hoy nos vuelve a sorprender.
Jesús se admiraba de la falta de fe de sus contemporáneos. Pero, ¿no esperaban al Mesías? ¿No eran tan religiosos? ¿No creían en el Dios de los dioses, el Dios de Abraham, Isaac y Jacob?
Algo así nos podrían decir a nosotros hoy. Todo lo que conocemos debería hacernos creer en la fe. Tenemos a mano toda la formación del mundo, pero nos falta fe.
La fe es un don, que se nos regala. "Señor, yo creo, pero aumenta mi fe".
Que tengan un buen día.
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