Jesús nos invita a aceptar y vivir el Reino como los niños, con su asombro, son su alegría, con su sencillez e inocencia.
Y nos anima a ser como ellos, si no, no habremos entendido nada, sería como coser sin hilo, no tendría fruto.
Los niños nos enseñan a tener el corazón blanco, sin suspicacias ni recelos. Vivamos con esa inocencia, haciendo vida el Reino.
Buen in de semana
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