En la audiencia de cada miércoles, el pasado 22 la catequesis de Francisco
prosiguió con el ciclo sobre el tema de la esperanza cristiana, porque “en la esperanza
nos reconocemos todos salvados”.
El Papa recordó a los presentes que “la creación es un don maravilloso
que Dios ha puesto en nuestras manos para que entremos en relación con Él y
colaboremos en su designio de amor”.
“Sin embargo experimentamos constantemente el pecado que daña nuestra
comunión con Dios y con todo lo que nos rodea. Ante este drama, el Señor no nos
deja solos, nos ofrece una perspectiva nueva de salvación universal”.
El apóstol Pablo nos invita a que escuchemos los gemidos de toda la
creación, que sufre las consecuencias del pecado; y así mismo, nos anima a
mantener firme la esperanza porque hemos sido salvados por el Señor”.
“A través de su Resurrección, contemplamos los signos de la nueva
creación. El cristiano vive en el mundo y sufre los signos del mal y del
egoísmo pero, al mismo tiempo, ve todo con los ojos de la Pascua; sabe que
ahora vive un momento de espera, que va más allá del momento presente”.
“No nos dejemos llevar por la desilusión o el pesimismo. El Señor quiere
sanar con su misericordia los corazones heridos y humillados. Todo lo que el
hombre ha desfigurado en su impiedad, él lo recrea y reconcilia en su amor”.
“Les invito a pedir con insistencia la presencia del Espíritu Santo en
sus vidas. Él nos asiste para que vayamos más allá de las apariencias negativas
del presente y aguardemos con esperanza los cielos nuevos y la tierra nueva,
que el Señor prepara para toda la humanidad”.
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