Los párrocos son los primeros interlocutores de la Iglesia con
las familias, las uniones de hecho, uniones civiles, uniones fracasadas, los
jóvenes que quieren casarse, felices e infelices. Por ello deben profundizar
estos temas, para ser “compañeros de viaje de toda persona y en
cualquier situación” con su testimonio y apoyo.
Deben estar cerca de aquellos jóvenes
que prefieren convivir sin casarse: “Ellos, en el plano espiritual y moral,
están entre los pobres y los pequeños, para los que Iglesia, sobre las huellas
de su Maestro y Señor, quiere ser madre que no abandona sino que se acerca y
por los que se preocupa”. Y añadió: “También estas personas son amadas por el
corazón de Cristo. Tengan hacia ellos una mirada de ternura y de compasión”.
Estos temas, han sido profundizados en el
Sínodo de los Obispos sobre el tema “Matrimonio y familia”, y elaborados de
forma orgánica en la Exhortación apostólica Amoris
laetitia, y los párrocos deben aplicarla
concretamente en su contacto cotidiano con las familias.
También deben estar “cerca de aquellos cónyuges que, a causa de
serios problemas en su relación, tienen necesidad de reavivar la fe y volver a
descubrir la gracia del Sacramento; y en ciertos casos piden indicaciones para
iniciar un proceso de nulidad”.
“Nadie mejor que ustedes conoce y está en
contacto con la realidad del tejido social en el territorio, experimentando su
variada complejidad: uniones celebradas en Cristo, uniones de hecho, uniones
civiles, uniones fracasadas, familias y jóvenes felices e infelices”, invito a los párrocos a ser con su testimonio y apoyo “compañeros de viaje de toda
persona y en toda situación”.
Deben dar testimonio de “la gracia del
Sacramento del matrimonio y el bien primordial de la familia”, célula vital de
la Iglesia y de la sociedad, proclamando que el matrimonio entre un hombre y
una mujer es signo de la unión esponsal entre Cristo y la Iglesia.
“Tal testimonio lo realizan concretamente cuando preparan a los
novios al matrimonio, haciéndolos conscientes del significado profundo del paso
que están por cumplir. No dejen de recordar siempre a los esposos cristianos
que en el Sacramento del matrimonio Dios, por así decir, se refleja en ellos,
imprimiendo su imagen y el carácter indeleble de su amor”.
No hay comentarios:
Publicar un comentario