Lectura
del santo evangelio según san Marcos (8,22-26):
En aquel
tiempo, Jesús y sus discípulos llegaron a Betsaida. Y le trajeron a un ciego
pidiéndole que lo tocase.
Él lo sacó de
la aldea, llevándolo de la mano, le untó saliva en los ojos, le impuso las
manos y le preguntó: «Ves algo?».
Levantando
los ojos dijo: «Veo hombres, me parecen árboles, pero andan».Le puso otra vez
las manos en los ojos; el hombre miró: estaba curado y veía todo con claridad.
Jesús lo
mandó a casa diciéndole que no entrase en la aldea.
Palabra
del Señor
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