BETANIA
Allí, en Betania, en compañía de Marta y María se estaba
bien. La cercanía de unas manos amigas y una mesa compartida hacían sentir
calor de hogar.
Jesús debe ser nuestra "Betania". Allí donde
queremos reposar y tomar fuerzas y ánimos, en una mesa eucarística compartida
que nos hace sentir que vivimos en su Corazón misericordioso.
Buen camino hacia la Pascua.
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