Si Jesús no hubiera resucitado sería solo un ejemplo de generosidad
El Pontífice siguió con la serie de catequesis sobre el tema de la esperanza cristiana, relacionándola con la resurrección de Jesús.
En resumen, el sucesor de Pedro recordó que “nos encontramos hoy, en el contexto de la Pascua, que hemos celebrado y seguimos celebrándola en la liturgia. Cristo resucitado es nuestra esperanza.
El cristianismo es un camino de fe que nace de un evento, testimoniado por los discípulos de Jesús. Como nos dice San Pablo: Cristo murió por nuestros pecados, fue sepultado, resucitó al tercer día y se apareció a Pedro y a los Doce”.
Precisó que “si todo hubiese terminado con la muerte de Jesús, sólo tendríamos en él un ejemplo de entrega y generosidad, pero no sería suficiente para generar nuestra fe, porque la fe nace en la mañana de Pascua”.
El Papa recordó que “San Pablo, al relatarnos la experiencia de las personas que han entrado en contacto con el Resucitado, hace referencia primero a Cefas, luego a los Doce, después a más de quinientas personas, a Santiago y por último se cita a sí mismo”.
“Jesús quiso salir al encuentro de Pablo, perseguidor de la Iglesia, cuando iba camino de Damasco, y para el Apóstol ese fue un acontecimiento que cambio su vida. También el Señor quiere hacerse presente en nuestras vidas para conquistarnos y no abandonarnos jamás”, indicó.
Y el Santo Padre recalcó que “ser cristianos significa reconocer y abrazar el amor que Dios tiene por nosotros, que vence el pecado y la muerte”.
Al concluir su resumen saludó en español “cordialmente a los peregrinos de lengua española, en particular a los venidos de España y de Hispanoamérica”.
Y añadió: “Los invito a llevar a todos el gozo de la resurrección del Señor. Que podamos comunicar con nuestra vida que él está aquí y vive en medio de nosotros”.
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