EL AGUA Y EL ESPÍRITU
Ya introducidos de lleno en los días de Pascua el
evangelio nos habla del Espíritu. La Cuaresma nos preparó para la Pascua y la
Pascua nos debe preparar para recibir al espíritu Santo en Pentecostés.
El agua siempre se ha relacionado con el Espíritu Santo.
El agua lava, purifica, refresca... como el Espíritu Santo cuando lo recibimos;
así nos renueva.
Lo que nace del agua y del Espíritu, nace de nuevo,
aunque nos cueste entender este "nacer de nuevo", como a Nicodemo.
Pidamos a Dios ese agua que cambia nuestra vida y la llena.
¡Feliz día de la Conversión de san Agustín!
Que tengan un buen día.
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