VOSOTROS SOIS TESTIGOS
Al volver los discípulos de Emaús a Jerusalén fueron
rápido a contar a los apóstoles su encuentro con Jesús y cómo lo habían
reconocido al partir el pan.
Fueron testigos de lo que ocurrió y lo contaron,
haciéndose así apóstoles y misioneros de Jesús con la alegría de propagar la
Buena Noticia de Jesús.
Nosotros también hemos sido testigos de la gracia de Dios
en nuestras vidas y en la de nuestros hermanos. Seamos apóstoles y testigos del
Maestro, llevando la alegría del Evangelio a aquel que lo necesite.
Que tengan un buen día.
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