El lugar del cristiano es el mundo, para predicar a Jesús.
El Santo Padre asegura que “Haciendo memoria, con oración y en misión, la vida cristiana es hermosa y alegre”
El lugar del cristiano es el mundo y allí anunciar a Jesús. Mientras tanto su mirada está puesta en el cielo, para estar unidos a él.
Esta fue la idea central del papa Francisco en su homilía realizada ayer viernes en la residencia Santa Marta del Vaticano.
El Santo Padre señaló que el primer encuentro de los apóstoles con Jesús fue en Galilea. “Cada uno de nosotros tiene su Galilea”, aseguró el pontífice, dónde lo hemos conocido, y es necesario mantener la memoria de ese momento que “en los momentos de prueba me da certeza”.
Un segundo punto es la oración. Y que Jesús ya en el cielo, está “conectado con nosotros para interceder”. Y “hace ver al Padre sus llagas, el precio que pagó por nosotros y por nuestra salvación”.
Y después el Papa señaló otro punto: “Jesús antes de irse, lo hemos escuchado ayer en el evangelio de la Ascensión, dice a los discípulos: ‘Id al mundo y haced discípulos’. Id, el lugar del cristiano es el mundo, para anunciar la Palabra de Jesús, para decir que hemos sido salvados, que él vino para darnos la gracia, para llevarnos con él ante el Padre”.
Así, “la topografía del espíritu cristiano” es la oración y la misión junto con las tres palabras para nuestro camino: Galilea, cielo y mundo.
Pidiendo siempre “la gracia de la memoria: “Que no me olvide del momento en que me has elegido, que no me olvide de los momentos en que nos hemos encontrado”. Además “mirando hacia el cielo, porque él está para interceder”. E ir en misión, o sea en nuestra vida “dar testimonio del Evangelio”, porque no sirve hablar de Jesús si “vivo como un pagano”.
“Haciendo memoria, con la oración y en misión, la vida cristiana es hermosa y alegre”, aseguró el Papa.
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