En los momentos de dolor: oración, paciencia y esperanza.
En los peores momentos, de tristeza y de dolor, incluso frente a los insultos, hay que elegir el camino de la oración, de la paciencia y de la esperanza en Dios, sin refugiarse en la vanidad.
Lo dijo el Papa Francisco ayer viernes en la homilía de la misa en Casa Santa Marta, donde vive, pidiendo no dejarse engañar ante la “belleza disfrazada” de vanidad, sino dejar que entre en nuestro corazón esa “alegría que es de Dios”, agradeciendo al Señor la “salvación que nos concede”.
El Pontífice añadió que todos nosotros hemos pasado por momentos graves, pero rezar es la actitud que nos salva. Y “la paciencia y la esperanza de que Dios nos escuche y nos haga pasar los momentos graves. En los momentos de tristeza, poca o mucha, en los momentos oscuros: oración, paciencia y esperanza. No hay que olvidar esto”.
Después también están los momentos bellos en nuestra historia. Si bien el Papa pidió no confundir con el “final feliz” de una novela.
El sucesor de Pedro invitó así a preguntarnos, si en las diversas vicisitudes de nuestra vida somos capaces de discernir lo que sucede en nuestra alma, comprendiendo que los momentos graves son “la cruz” y que es necesario “rezar, tener paciencia y tener, al menos, un poquito de esperanza”.
Al concluir la homilía el Papa invitó este fin de semana a leer la Biblia, pidiendo “la gracia de saber discernir qué sucede en los momentos graves de nuestra vida, cómo ir adelante, y qué sucede en los momentos bellos, sin dejarse engañar por la vanidad”.
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