Todos los domingos por la mañana, Eucaristía con los jóvenes

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Altar. Capilla Ntra Sra. del Rosario.
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miércoles, 23 de julio de 2014

LECTURAS DEL DOMINGO XVII DEL TIEMPO ORDINARIO (A)

Primera lectura

Lectura del primer libro de los Reyes (3,5.7-12):
En aquellos días, el Señor se apareció en sueños a Salomón y le dijo: «Pideme lo que quieras.»
Respondió Salomón: «Señor, Dios mío, tú has hecho que tu siervo suceda a David, mi padre, en el trono, aunque yo soy un muchacho y no sé desenvolverme. Tu siervo se encuentra en medio de tu pueblo, un pueblo inmenso, incontable, innumerable. Da a tu siervo un corazón dócil para gobernar a tu pueblo, para discernir el mal del bien, pues, ¿quién sería capaz de gobernar a este pueblo tan numeroso?» 
Al Señor le agradó que Salomón hubiera pedido aquello, y Dios le dijo: «Por haber pedido esto y no haber pedido para ti vida larga ni riquezas ni la vida de tus enemigos, sino que pediste discernimiento para escuchar y gobernar, te cumplo tu petición: te doy un corazón sabio e inteligente, como no lo ha habido antes ni lo habrá después de ti.»

Palabra de Dios

Salmo

Sal 118,57.72.76-77.127-128.129-130

R/.
 ¡Cuánto amo tu voluntad, Señor!

Mi porción es el Señor; 
he resuelto guardar tus palabras. 
Más estimo yo los preceptos de tu boca 
que miles de monedas de oro y plata. R/. 

Que tu bondad me consuele, 
según la promesa hecha a tu siervo; 
cuando me alcance tu compasión, 
viviré, y mis delicias serán tu voluntad. R/. 

Yo amo tus mandatos 
más que el oro purísimo;
por eso aprecio tus decretos 
y detesto el camino de la mentira. R/. 

Tus preceptos son admirables, 
por eso los guarda mi alma; 
la explicación de tus palabras ilumina, 
da inteligencia a los ignorantes. R/.

Segunda lectura

Lectura de la carta del apóstol san Pablo a los Romanos (8,28-30):
Sabemos que a los que aman a Dios todo les sirve para el bien: a los que ha llamado conforme a su designio. A los que había escogido, Dios los predestinó a ser imagen de su Hijo, para que él fuera el primogénito de muchos hermanos. A los que predestinó, los llamó; a los que llamó, los justificó; a los que justificó, los glorificó.

Palabra de Dios

Evangelio 

Lectura del santo evangelio según san Mateo (13,44-52):
En aquel tiempo, dijo Jesús a la gente: «El reino de los cielos se parece a un tesoro escondido en el campo: el que lo encuentra lo vuelve a esconder y, lleno de alegría, va a vender todo lo que tiene y compra el campo. El reino de los cielos se parece también a un comerciante en perlas finas que, al encontrar una de gran valor, se va a vender todo lo que tiene y la compra. El reino de los cielos se parece también a la red que echan en el mar y recoge toda clase de peces: cuando está llena, la arrastran a la orilla, se sientan, y reúnen los buenos en cestos y los malos los tiran. Lo mismo sucederá al final del tiempo: saldrán los ángeles, separarán a los malos de los buenos y los echarán al horno encendido. Allí será el llanto y el rechinar de dientes. ¿Entendéis bien todo esto?» 
Ellos le contestaron: «Sí.» 
Él les dijo: «Ya veis, un escriba que entiende del reino de los cielos es como un padre de familia que va sacando del arca lo nuevo y lo antiguo.»

Palabra del Señor

martes, 7 de enero de 2014

VIGILAR EL CORAZÓN PARA DISTINGUIR LO QUE SÍ VIENE DE DIOS, EXHORTA EL PAPA.

Foto ACI Prensa
Foto ACI Prensa
VATICANO, 07 Ene. 14 / 10:12 am.- El Papa Francisco retomó hoy, martes 7 de enero, tras las fiestas navideñas, la misa matutina celebrada en la capilla de la Casa Santa Marta. El Pontífice desarrolló su homilía sobre el "permanezcan en el Señor", la exhortación que hace el apóstol Juan en la primera lectura de hoy.
"El cristiano sabe vigilar su corazón para distinguir lo que viene de Dios y lo que viene de los falsos profetas", recordó el Santo Padre e insistió en que la vida de Jesús es la del servicio y de la humildad. "Un camino que todos los cristianos están llamados a seguir", afirmó.
Un "consejo de vida" que Juan repite de forma "casi obsesiva". El Apóstol indica "una de las actitudes del cristiano que quiere permanecer en el Señor: conocer qué sucede en el propio corazón". Por esto advierte sobre no prestar fe a cualquier espíritu, sino de poner "a prueba a los espíritus".
El Papa invitó a saber "discernir los espíritus", discernir si una cosa nos hace "permanecer en el Señor o nos aleja de Él". Así, Francisco señaló que "nuestro corazón siempre tiene deseos, tiene anhelos, tiene pensamientos". Pero se preguntó, "¿estos son del Señor o algunos de estos nos alejan del Señor?". Por eso el apóstol Juan nos exhorta a "poner a prueba" lo que pensamos y deseamos: "Si esto va en la línea del Señor, así irá bien, pero si no va…"
"Poner a prueba los espíritus para ver si son verdaderamente de Dios, porque muchos falsos profetas proceden del mundo. Profetas y profecías o propuestas: '¡Yo quiero hacer esto!' Pero no te lleva al Señor, te aleja de Él. Por esto es necesaria la vigilancia".
"El cristiano es un hombre o una mujer que sabe vigilar su corazón. Y muchas veces nuestro corazón, con tantas cosas que van y vienen, parece un mercado local: de todo, encuentras de todo allí ¡Y no! Debemos saber -esto es del Señor y esto no lo es- para permanecer en el Señor".
Por tanto, "¿cuál es el criterio para entender si algo viene de Cristo o del anticristo?". El Papa afirmó que San Juan tiene una idea clara y sencilla: "todo espíritu que reconoce a Jesucristo, venido en la Carne, es de Dios. Todo espíritu que no reconoce a Jesús no es de Dios: es el espíritu del anticristo". Pero, "¿qué quiere decir reconocer que el Verbo ha venido en Carne?". El Pontífice explicó que "reconocer el camino de Jesucristo", reconocer que Él, "siendo Dios, se abajó, se humilló" hasta la "muerte de cruz".
Así lo indicó Francisco: "Ese es el camino de Jesucristo, el abajamiento, la humildad, también la humillación. Si un pensamiento, si un deseo te lleva sobre ese camino de humildad, de abajamiento, de servicio a los demás, es de Jesús. Pero si te lleva sobre el camino de la suficiencia, de la vanidad, del orgullo, sobre el camino de un pensamiento abstracto, no es de Jesús".
"Pensemos en las tentaciones de Jesús en el desierto: las tres propuestas que hace el demonio a Jesús son propuestas que querían alejarlo de este camino, el camino del servicio, de la humildad, la humillación, la caridad. Pero la caridad hecha con su vida ¿no? A las tres tentaciones Jesús dice no: 'No, este no es mi camino'".
Por ello, el Santo Padre invitó a todos a pensar precisamente en lo que sucede en nuestro corazón. En lo que pensamos y sentimos, en qué queremos, a examinar los espíritus. "¿Yo pongo a prueba lo que pienso, lo que quiero, lo que deseo o lo tomo todo?", preguntó.
"Muchas veces, nuestro corazón es un camino, pasan todos por allí... Poner a prueba. ¿Y elijo siempre las cosas que vienen de Dios? ¿Sé cuáles son las que vienen de Dios? ¿Conozco el verdadero criterio para discernir mis pensamientos, mis deseos?"
"Pensemos esto - concluyó - y no olvidemos que el criterio es la Encarnación del Verbo. El Verbo vino a la carne: ¡esto es Jesucristo! Jesucristo que se hizo hombre, Dios hecho hombre, se abajó, se humilló por amor, para servirnos a todos nosotros. Y el apóstol Juan nos conceda la gracia de conocer qué sucede en nuestro corazón y tener la sabiduría de discernir lo que viene de Dios y lo que no viene de Dios".

sábado, 23 de noviembre de 2013

LA MEDICINA QUE NOS "RECETA" EL PAPA: "MISERICORDINA"

Le contamos cómo surgió la idea de distribuir «Misericordina», la medicina que publicita el Papa


El Papa recomendó esta peculiar cajita de medicamento... unas instrucciones para orar a la Divina Misericordia






















“Misericordina” (misericordium):

- 59 gránulos para el corazón.

- 50% Corona Divinae Misericordiae

- y 50% Imago Iesu Misericordis.


La cajita es blanca con el dibujo de un corazón humano con espinas y un diagrama de los latidos del corazón. 
Dentro se encuentra la hoja con las instrucciones de uso.

La Divina Misericordia, en "gránulos"
Así, en forma de medicina proponían los seminaristas de Gdansk, en Polonia, el mensaje sobre la Divina Misericordia, la devoción difundida por Santa Faustina Kowalska, con famoso cuadro del Jesús que apunta a su corazón, del que salen un rayo rojo (la sangre, la Eucaristía) y otro pálido (el agua, el bautismo, el Espíritu Santo). La Corona de la Divina Misericordia a la que alude el prospecto es una oración repetitiva, más breve que el Rosario, que se suele rezar a las tres de la tarde, hora de la muerte de Jesús: "Por tu dolorosa Pasión, ten misericordia de nosotros y del mundo entero", alternada en ciertos momentos con el trisagio griego: "Santo Dios, Santo Fuerte, Santo Inmortal, ten misericordia de nosotros".



Recomendada por el Papa con humor
Y el domingo 17 de noviembre por la mañana, en el Ángelus en la Plaza de San Pedro, esta “medicina polaca” fue distribuida a los fieles. Es una iniciativa en la vigilia del Año de la Fe, con una invitación a dirigirse al Señor por los problemas del mundo. El Papa mismo, después del rezo de la oración mariana del Ángelus, la definió así: “Ayuda espiritual para nuestra alma y para difundir por todas partes el amor, el perdón y la fraternidad”.

Bromeando, el Papa dijo: “Es una medicina especial para concretar los frutos del Año de la Fe”.
E invitó a todos: “No os olvidéis de tomarla porque hace bien ¡al corazón, al alma y a toda la vida!



Seminaristas polacos y guardias suizos
Esta insólita iniciativa en la Plaza de San Pedro fue querida por monseñor Konrad Krajewski, que durante 14 años ha sido uno de los ceremonieros del Papa y que desde agosto es limosnero de Su Santidad.
La “medicina” fue traída por el arzobispo de Gdansk, Slawoj Leszek Glodz. Krajewski la presentó al Papa Francisco, quien quedó entusiasmado y pidió que se ofreciera a la gente para la clausura del Año de la Fe.
Todo comenzó en Gdansk en otoño de 2011 por la idea del seminarista Blazej Kwiatkowski para realizar un recuerdo para los jóvenes con ocasión de la jornada-retiro de la juventud que propone regularmente el seminario, al que acuden cientos de personas.
“Como cada año, necesitábamos algún regalo-recuerdo – explica Blazej – y así pensamos proponer la Coronilla de la Divina Misericordia de un modo insólito, metiéndola en una cajita con un nombre que recuerda el de un verdadero medicamento de la farmacia. Añadimos una pequeña imagen de Jesús Misericordioso y una hoja ilustrativa con explicaciones de cómo usarla, cómo recitar la Coronilla, de forma parecida a un prospecto en una medicina normal.
“Añadimos algunos extractos del Diario de Santa Faustina. Todo está pensado de modo que se pueda regalar sin muchas explicaciones, porque todo está escrito dentro. Es una “medicina” para las personas en dificultad que combaten con el pecado, con las tentaciones, para los que tienen problemas en perdonar, y también para aquellos que quieren dar gracias y alabar a Dios, Su Misericordia. Está escrito también que este “medicamento” no tiene fecha de caducidad, ni contraindicaciones. En caso de duda, hay que consultar un sacerdote o una monja o un catequista.”
“Salió una cosa muy hermosa. Incluso el nombre “misericordina gránulos para el corazón” tiene un sentido particular. En latín, "misericordium” significa Misericordia y por otra parte es una referencia al “cor” – el corazón”.
"La hemos llamado medicina espiritual, porque precisamente la oración y la Divina Misericordia son para el alma del hombre como la medicina para el cuerpo. Aquí hay también una referencia al corazón en sentido espiritual y moral”.
Quien compuso la cajita con los rosarios fue la Guardia Suiza Pontificia bajo la guía del sargento Marcel Riedi y con la ayuda de las familias de los guardias y de las Monjas Albertinas (que se ocupan de la cocina de la Guardia) y trabajadores laicos vaticanos.
Muchos guardias trabajaban después de los turnos de noche o hasta las primeras horas del alba. El trabajo se realizó en el mes de octubre, mes del Rosario, en una atmósfera de oración con el rezo del Rosario.

jueves, 31 de octubre de 2013

ACCIÓN DE GRACIAS AL DOMINGO XXXI DEL TIEMPO ORDINARIO



Es justo alabarte, Dios de la ternura y de la misericordia,
porque, al provocar Jesús la conversión del publicano Zaqueo,
diste pruebas fehacientes de creer en el hombre a pesar de todo.

Nosotros somos muy dados a juzgar negativamente a los demás,
pero tú muestras una tolerancia y comprensión sin límites,
proclamando para hoy la salvación de los hombres y los pecadores.

En este día, Señor, tú nos invitas a cada uno de nosotros
a dar abundantes frutos de la nueva justicia de tu reino.
Concédenos imitar la pedagogía de Jesús para salvar lo perdido;
y haz que en el camino llevemos el corazón libre de lastre
para ser mensajeros alegres de tu liberación del hombre.

Amén.




(Tomado de B. Caballero: La Palabra cada Domingo, San Pablo, España, 1993, p. 593)

jueves, 27 de junio de 2013

LECTURAS - DOMINGO XIII DEL TIEMPO ORDINARIO

PRIMERA LECTURA
Eliseo se levantó y marchó tras Elías

Lectura del Primer libro de los Reyes 19, 16b. 19-21
En aquellos días, el Señor dijo a Elías:
«Unge profeta sucesor tuyo a Eliseo, hijo de Safat, de Prado Bailén. »
Elías se marchó y encontró a Eliseo, hijo de Safat, arando con doce yuntas en fila, él con la última. Elías pasó a su lado y le echó encima el manto.
Entonces Eliseo, dejando los bueyes, corrió tras Elías y le pidió:
- «Déjame decir adiós a mis padres; luego vuelvo y te sigo.»
Elías le dijo:
-«Ve y vuelve; ¿quién te lo impide?» 
Eliseo dio la vuelta, cogió la yunta de bueyes y los ofreció en sacrificio; hizo fuego con aperos, asó la carne y ofreció de comer a su gente; luego se levantó, marchó tras Elías y se puso a su servicio.
Palabra de Dios.


Salmo responsorial 
Sal 15, 1-2a y 5. 7-8. 9-10. 11(R.: cf. 5a)

R/. "Tú, Señor, eres el lote de mi heredad."

Protégeme, Dios mío,
que me refugio en ti;
yo digo al Señor: «Tú eres mi bien.»
El Señor es el lote de mi heredad y mi copa;
mi suerte está en tu mano.
R/. "Tú, Señor, eres el lote de mi heredad."
Bendeciré al Señor, que me aconseja,
hasta de noche me instruye internamente.
Tengo siempre presente al Señor,
con él a mi derecha no vacilaré.
R/. "Tú, Señor, eres el lote de mi heredad."
Por eso se me alegra el corazón,
se gozan mis entrañas,
y mi carne descansa serena.
Porque no me entregarás a la muerte,
ni dejarás a tu fiel conocer la corrupción.
R/. "Tú, Señor, eres el lote de mi heredad."
Me enseñarás el sendero de la vida,
me saciarás de gozo en tu presencia,
de alegría perpetua a tu derecha.
R/. "Tú, Señor, eres el lote de mi heredad."

SEGUNDA LECTURA
Vuestra vocación es la libertad
Lectura de la carta del apóstol san Pablo a los Gálatas 5, 1. 13-18
Hermanos: Para vivir en libertad, Cristo nos ha liberado. Por tanto, manteneos firmes, y no os sometáis de nuevo al yugo de la esclavitud. 
Hermanos, vuestra vocación es la libertad: no una libertad para que se aproveche la carne; al contrario, sed esclavos unos de otros por amor. Porque toda la Ley se concentra en esta frase: «Amarás al prójimo como a ti mismo.» Pero, atención: que si os mordéis y devoráis unos a otros, terminaréis por destruiros mutuamente. 
Yo os lo digo: andad según el Espíritu y no realicéis los deseos de la carne; pues la carne desea contra el espíritu y el espíritu contra la carne. Hay entre ellos un antagonismo tal que no hacéis lo que quisierais. 
En cambio, si os guía el Espíritu, no estáis bajo el dominio de la Ley.
Palabra de Dios.


EVANGELIO 
Jesús tomó la decisión de ir a Jerusalén. Te seguiré adonde vayas.

Lectura del santo evangelio según san Lucas 9, 51-62
Cuando se iba cumpliendo el tiempo de ser llevado al cielo, Jesús tomó la decisión de ir a Jerusalén. Y envió mensajeros por delante.
De camino, entraron en una aldea de Samaria para prepararle alojamiento. Pero no lo recibieron, porque se dirigía a Jerusalén.
Al ver esto, Santiago y Juan, discípulos suyos, le preguntaron:
- «Señor, ¿quieres que mandemos bajar fuego del cielo que acabe con ellos?»
Él se volvió y les regañó. Y se marcharon a otra aldea.
Mientras iban de camino, le dijo uno:
- «Te seguiré adonde vayas.»
Jesús le respondió:
- «Las zorras tienen madriguera, y los pájaros nido, pero el Hijo del hombre no tiene donde reclinar la cabeza.»
A otro le dijo:
-«Síguerne.» 
Él respondió:
-«Déjame primero ir a enterrar a mi padre.» 
Le contestó:
-«Deja que los muertos entierren a sus muertos; tú vete a anunciar el reino de Dios. »
Otro le dijo:
- «Te seguiré, Señor. Pero déjame primero despedirme de mi familia. »
Jesús le contestó:
«El que echa mano al arado y sigue mirando atrás no vale para el reino de Dios. »
Palabra del Señor

lunes, 24 de junio de 2013

UN CORAZÓN EN BÚSQUEDA DEL VERDADERO TESORO

«El amor, la caridad, el servicio, la paciencia, la bondad, la ternura» son los «bellísimos tesoros» de los que habló el Papa Francisco el viernes 21 de junio, por la mañana, durante la misa en la capilla de la Domus Sanctae Marthae. 
Como es habitual, el Pontífice centró su reflexión en las lecturas del día, individuando, en especial, el pasaje del evangelio de Mateo (6, 19-23), un «hilo conductor» entre los términos «tesoro, corazón y luz», y deseando que «el Señor nos cambie el corazón para buscar el verdadero tesoro y llegar a ser así personas luminosas y no de las tinieblas».
 La primera cosa que se debe hacer —explicó el Santo Padre— es preguntarse: «¿Cuál es mi tesoro?». Ciertamente no pueden serlo las riquezas, dado que el Señor dice: «No acumuléis para vosotros tesoros en la tierra, porque al final se pierden». Por lo demás —subrayó el Papa—, son «tesoros riesgosos, que se pierden»;  y son también «tesoros que debemos dejar, no los podemos llevar con nosotros. Nunca vi un camión de mudanzas detrás de un cortejo fúnebre», comentó. Entonces, ¿cuál es el tesoro que podemos llevar con nosotros al final de nuestra vida terrena? —se preguntó—. La respuesta es sencilla: «Puedes llevar lo que has dado, sólo eso. Pero lo que has guardado para ti, no se puede llevar». Son cosas que pueden robar los ladrones, o bien cosas que se arruinan o que se las llevan los herederos. Mientras que «ese tesoro que hemos dado a los demás» durante la vida lo llevaremos con nosotros después de la muerte, «y ese será “nuestro mérito”»; o mejor —puntualizó—, «el mérito de Jesucristo en nosotros». Además, porque es la única cosa «que el Señor nos permite llevar». Lo dijo claramente Jesús mismo a los doctores de la ley que presumían de la belleza del templo de Jerusalén: «No quedará piedra sobre piedra». Esto es válido también «con nuestros tesoros, los que dependen de las riquezas, del poder humano».
 Pero Jesús —destacó el Santo Padre— no se limita a la crítica; da un paso hacia adelante y agrega: «Donde está tu tesoro, allí estará también tu corazón». Es necesario considerar que «el Señor nos hizo para buscarle, para encontrarle, para crecer. Pero si nuestro tesoro no está cerca del Señor, no viene del Señor, nuestro corazón se inquieta». ¿Un ejemplo? «Mucha gente, incluso nosotros, estamos inquietos —dijo el Pontífice— por tener o lograr algo. Y al final nuestro corazón se cansa, se hace perezoso, se convierte en un corazón sin amor». Es lo que el Papa definió con una imagen eficaz: «el cansancio del corazón. Pensemos: ¿qué tengo yo? ¿Un corazón cansado, que sólo quiere acomodarse con tres o cuatro cosas, con una buena cuenta en el banco? ¿O tengo un corazón inquieto, que busca cada vez más las cosas del Señor?». De aquí la invitación a «cuidar siempre» esta inquietud del corazón. Porque solos no podemos mucho; debe ser el Señor quien nos ayude, Él que prometió: «Haré de vuestro corazón de piedra un corazón de carne, un corazón humano». Al ser una promesa del Señor, podemos pedir la gracia: «Señor cambia mi corazón». Por otra parte, el «Señor no puede hacer nada —puso en guardia el Papa Francisco— si mi corazón está apegado a un tesoro de la tierra, a un tesoro egoísta, a un tesoro del odio», uno de esos tesoros de los que «proceden las guerras».
 La última parte de la reflexión de Jesús remite a la expresión: «la lámpara del cuerpo es el ojo», o sea «el ojo es la intención del corazón». En consecuencia, para el Pontífice, «si tu ojo es sencillo, si viene de un corazón que ama, de un corazón que busca al Señor, de un corazón humilde, todo tu cuerpo será luminoso. Pero si tu ojo es malo, todo tu cuerpo será tenebroso».
 Al respecto, el Santo Padre pidió a los presentes que se pregunten cómo es nuestro juicio sobre las cosas: «¿Luminoso o tenebroso? ¿Somos personas de luz o de tinieblas? Lo importante es cómo juzgamos las cosas: ¿con la luz que viene del verdadero tesoro a nuestro corazón? ¿O con las tinieblas de un corazón de piedra?». Una respuesta puede venir del testimonio de san Luis Gonzaga, el joven jesuita cuya memoria litúrgica se celebra hoy. «Podemos pedir la gracia de un corazón nuevo —invitó el Papa— a este valeroso muchacho», que nunca se arredró «en el servicio a los demás», hasta el punto de dar la vida por atender a los enfermos. He aquí, entonces, la exhortación del Santo Padre a pedir en la oración que «el Señor cambie el corazón. Que todos estos trozos de corazón que son de piedra el Señor los haga humanos, con esa buenas ganas de seguir adelante buscándolo a Él y dejándose buscar por Él». Porque —concluyó— sólo el Señor puede salvar «de los tesoros que no pueden ayudarnos en el encuentro con Él, en el servicio a los demás».

jueves, 9 de mayo de 2013

ACCIÓN DE GRACIAS - ASCENCIÓN DEL SEÑOR


Dios Padre nuestro, hoy se llena de júbilo nuestro corazón
por la glorificación de Cristo Jesús. Él es el hombre nuevo;
y en su exaltación gloriosa es dignificada la naturaleza humana.
Por todo ello alabanza a ti, y gozo y esperanza para tus hijos:
Donde está Él, que es nuestra cabeza, esperamos llegar nosotros.

Ilumina los ojos de nuestro corazón para que comprendamos
cuál es la esperanza a la que nos llama en Cristo resucitado
y cuál la riqueza de la gloria que tú das a tus elegidos.

Mientras tanto, queremos cumplir la tarea que Él confió:
anunciar a todos la buena nueva de tu amor de tu salvación.
Danos la luz y la fuerza de tu Espíritu para esta misión.

Amén.


(Tomado de B. Caballero: La Palabra cada domingo, San Pablo, España, 1995, p. 489)

martes, 30 de abril de 2013

LECTURAS DOMINGO VI DE PASCUA


PRIMERA LECTURA
Hemos decidido, el Espíritu Santo y nosotros, 
no imponeros más cargas que las indispensables

Lectura del libro de los Hechos de los Apóstoles 15, 1-2. 22-29
En aquellos días, unos que bajaron de Judea se pusieron a enseñar a los hermanos que, si no se circuncidaban conforme a la tradición de Moisés, no podían salvarse. Esto provocó un altercado y una violenta discusión con Pablo y Bernabé; y se decidió que Pablo, Bernabé y algunos más subieran a Jerusalén a consultar a los apóstoles y presbíteros sobre la controversia. Los apóstoles y los presbíteros con toda la Iglesia acordaron entonces elegir algunos de ellos y mandarlos a Antioquía con Pablo y Bernabé. Eligieron a Judas Barrabás y a Silas, miembros eminentes entre los hermanos, y les entregaron esta carta: 

Los apóstoles y los presbíteros hermanos saludan a los hermanos de Antioquía, Siria y Cilicia convertidos del paganismo. Nos hemos enterado de que algunos de aquí, sin encargo nuestro, os han alarmado e inquietado con sus palabras. Hemos decidido, por unanimidad, elegir algunos y enviároslos con nuestros queridos Bernabé y Pablo, que han dedicado su vida a la causa de nuestro Señor Jesucristo. En vista de esto, mandamos a Silas y a Judas, que os referirán de palabra lo que sigue: Hemos decidido, el Espíritu Santo y nosotros, no imponeros más cargas que las indispensables: que os abstengáis de carne sacrificada a lo ídolos, de sangre, de animales estrangulados y de la fornicación. Haréis bien en apartaros de todo esto. Salud.

Palabra de Dios.
Salmo responsorial
Sal 66, 2-3. 5. 6 y 8 (R.: 4) 
R. Oh Dios, que te alaben los pueblos, que todos los pueblos te alaben. 
0 bien: Aleluya.
El Señor tenga piedad y nos bendiga, 
ilumine su rostro sobre nosotros; 

conozca, la tierra tus caminos, 

todos los pueblos tu salvación. - R.
Que canten de alegría las naciones, 
porque riges el mundo con justicia, 

riges los pueblos con rectitud 

y gobiernas las naciones de la tierra. R.
Oh Dios, que te alaben los pueblos, 
que todos los pueblos te alaben. 

Que Dios nos bendiga; 

que le teman hasta los confines del orbe. R.


SEGUNDA LECTURA 
Me enseñó la ciudad santa, que bajaba del cielo 
Lectura del libro del Apocalipsis 21,10-14. 22-23
El ángel me transportó en éxtasis a un monte altísimo, y me enseñó la ciudad santa, Jerusalén, que bajaba del cielo, enviada por Dios, trayendo la gloria de Dios."Brillaba como una piedra preciosa, como Jaspe traslúcido. 
Tenía una muralla grande y alta y doce puertas custodiadas por doce ángeles, con doce nombres grabados: los nombres de las tribus de Israel. A oriente tres puertas, al norte tres puertas, al occidente tres puertas. 
La muralla tenía doce basamentos que llevaban doce nombres: los nombres de los apóstoles del Cordero. 
Santuario no vi ninguno, porque es su santuario el Señor Dios todopoderoso y el Cordero. 
La ciudad no necesita sol ni luna que la alumbre, porque la gloria de Dios la ilumina y su lámpara es el Cordero.
Palabra de Dios. 

Aleluya Jn 14, 23
El que me ama guardará mi palabra -dice el Señor-, y mi Padre lo amará, y vendremos a él.

 EVANGELIO
El Espíritu Santo os irá recordando todo lo que os he dicho
+ Lectura del santo evangelio según san Juan 14, 23-29
En aquel tiempo, dijo Jesús a sus discípulos: 

    - «El que me ama guardará mi palabra, y mi Padre lo amará, y vendremos a él y haremos morada en él.
 El que no me ama no guardará mis palabras. Y la palabra que estáis oyendo no es mía, sino del Padre que me envió. 

Os he hablado de esto ahora que estoy a vuestro lado, pero el Defensor, el Espíritu Santo, que enviará el Padre en mi nombre, será quien os lo enseñe todo y os vaya recordando todo lo que os he dicho. 

La paz os dejo, mi paz os doy; no os la doy yo como la da el mundo. Que no tiemble vuestro corazón ni se acobarde. Me habéis oído decir: "Me voy y vuelvo a vuestro lado." Si me amarais, os alegraríais de que vaya al Padre, porque el Padre es más que yo. Os lo he dicho ahora, antes de que suceda, para que cuando suceda, sigáis creyendo.»

Palabra del Señor.