Todos los domingos por la mañana, Eucaristía con los jóvenes

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Altar. Capilla Ntra Sra. del Rosario.
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jueves, 28 de noviembre de 2013

LECTURAS DEL DOMINGO I DE ADVIENTO CICLO A



PRIMERA LECTURA
El Señor reúne a todas las naciones en la paz eterna del reino de Dios
Lectura del libro de Isaías 2, 1-5
Visión de Isaías, hijo de Amós, acerca de Judá y de Jerusalén:
Al final de los días estará firme el monte de la casa del Señor en la cima de los montes, encumbrado sobre las montañas.
Hacia él confluirán los gentiles, caminarán pueblos numerosos.
Dirán:
«Venid, subamos al monte del Señor, a la casa del Dios de Jacob: él nos instruirá en sus caminos y marcharemos por sus sendas; porque de Sión saldrá la ley, de Jerusalén, la palabra del Señor.» Será el árbitro de las naciones, el juez de pueblos numerosos. De las espadas forjarán arados, de las lanzas, podaderas.  No alzará la espada pueblo contra pueblo, no se adiestrarán para la guerra. Casa de Jacob, ven, caminemos a la luz del Señor.
Palabra de Dios.


Salmo responsorial
Sal 121, 1-2. 4-5- 6-7- 8-9 (R.: cf. 1)

R Vamos alegres a la casa del Señor. 
Qué alegría cuando me dijeron: «Vamos a la casa del Señor»! Ya están pisando nuestros pies tus umbrales, Jerusalén. R.

Allá suben las tribus, las tribus del Señor, según la costumbre de Israel, a celebrar el nombre del Señor; en ella están los tribunales de justicia, en el palacio de David. R.
Desead la paz a Jerusalén: «Vivan seguros los que te aman, haya paz dentro de tus muros, seguridad en tus palacios.» R.
Por mis hermanos y compañeros, voy a decir: «La paz contigo.» Por la casa del Señor, nuestro Dios, te deseo todo bien. R.



SEGUNDA LECTURA
 Nuestra salvación está cerca
Lectura de la carta del apóstol san Pablo a los Romanos 13, 11-14a 
Hermanos:
Daos cuenta del momento en que vivís; ya es hora de despertaros del sueño, porque ahora nuestra salvación está más cerca que cuando empezamos a creer. La noche está avanzada, el día se echa encima: dejemos las actividades de las tinieblas y pertrechémonos con las armas de la luz.
Conduzcámonos como en pleno día, con dignidad. Nada de comilonas ni borracheras, nada de lujuria ni desenfreno, nada de riñas ni pendencias. Vestíos del Señor Jesucristo.
Palabra de Dios.


Aleluya Sal 84, 8 
Muéstranos, Señor, tu misericordia y danos tu salvación.
EVANGELIOEstad en vela para estar preparados
+ Lectura del santo evangelio según san Mateo 24, 37-44
En aquel tiempo, dijo Jesús a sus discípulos:
-«Cuando venga el Hijo del hombre, pasará como en tiempo de Noé.
Antes del diluvio, la gente comía y bebía y se casaba, hasta el día en que Noé entró en el arca; y cuando menos lo esperaban llegó el diluvio y se los llevó a todos; lo mismo sucederá cuando venga el Hijo del hombre:
Dos hombres estarán en el campo: a uno se lo llevarán y a otro lo dejarán; dos mujeres estarán moliendo: a una se la llevarán y a otra la dejarán.
Por tanto, estad en vela, porque no sabéis qué día vendrá vuestro Señor.
Comprended que si supiera el dueño de casa a qué hora de la noche viene el ladrón, estaría en vela y no dejaría abrir un boquete en su casa.
Por eso, estad también vosotros preparados, porque a la hora que menos penséis viene el Hijo del hombre.»
Palabra del Señor.

jueves, 9 de mayo de 2013

Lecturas del Domingo de la Ascención del Señor.


Lectura de los Hechos de los apóstoles 1, 1-11
En mi primer libro, querido Teófilo, escribí acerca de todo lo que Jesús hizo y enseñó, hasta el día en que ascendió al cielo, después de dar sus instrucciones, por medio del Espíritu Santo, a los Apóstoles que había elegido. Se les presentó después de su pasión, dándoles numerosas pruebas de que estaba vivo, y, apareciéndoseles durante cuarenta días, les habló del Reino de Dios.
Mientras estaba comiendo con ellos, les recomendó:
— «No se alejen de Jerusalén; aguarden que se cumpla la promesa de mi Padre, de la que yo les he hablado. Juan bautizó con agua, dentro de pocos días ustedes serán bautizados con Espíritu Santo».
Ellos lo rodearon preguntándole:
— «Señor, ¿es ahora cuando vas a restaurar el reino de Israel?»
Jesús contestó:
— «No les toca a ustedes conocer los tiempos o momentos que el Padre ha establecido con su autoridad. Pero recibirán la fuerza del Espíritu Santo que descenderá sobre ustedes, y serán mis testigos en Jerusalén, en toda Judea y Samaria, y hasta los confines de la tierra».
Dicho esto, lo vieron elevarse, hasta que una nube lo ocultó de la vista de ellos. Mientras miraban fijamente al cielo, viéndolo alejarse, se les presentaron dos hombres vestidos de blanco, que les dijeron:
— «Galileos, ¿porqué permanecen mirando al cielo? El mismo Jesús que los ha dejado para subir al cielo volverá como lo han visto partir».

Palabra de Dios.

Salmo responsorial
Sal 46, 2-3.6-9: “Dios asciende entre aclamaciones; el Señor, al son de trompetas”
Aplaudan pueblos todos,
aclamen a Dios con gritos de júbilo;
porque el Señor es sublime y terrible,
emperador de toda la tierra. R.
Dios asciende entre aclamaciones;
el Señor, al son de trompetas;
toquen para Dios, toquen,
toquen para nuestro Rey, toquen. R.
Porque Dios es el rey del mundo;
toquen con maestría.
Dios reina sobre las naciones,
Dios se sienta en su trono sagrado. R.


Lectura de la carta de San Pablo a los Efesios 1,17- 23
Hermanos:
Que el Dios de nuestro Señor Jesucristo, el Padre de la gloria, les conceda espíritu de sabiduría y revelación para conocerlo plenamente. Ilumine los ojos de su corazón, para que comprendan ustedes cuál es la esperanza a la que los llama, la riqueza de gloria que da en herencia a los santos, y la extraordinaria grandeza de su poder con que Él obra en nosotros, los que creemos, por la eficacia de su fuerza poderosa que desplegó en Cristo, resucitándolo de entre los muertos y sentándolo a su derecha en el cielo, por encima de todo principado, potestad, fuerza y dominación, y por encima de todo nombre conocido, no sólo en este mundo, sino en el futuro.
Y todo lo puso bajo sus pies, constituyéndolo cabeza suprema de la Iglesia. Ella es su cuerpo, plenitud de Aquel que llena completamente todas las cosas.
Palabra de Dios.


Lectura del Santo Evangelio según San Lucas 24, 46-53
En aquel tiempo, dijo Jesús a sus discípulos:
— «Así estaba escrito: el Mesías padecerá, resucitará de entre los muertos al tercer día, y en su nombre se predicará la conversión y el perdón de los pecados a todos los pueblos, comenzando por Jerusalén.
Ustedes son testigos de todo esto. Yo les enviaré lo que mi Padre ha prometido; permanezcan en la ciudad, hasta que sean revestidos con la fuerza que viene de lo Alto».
Después los llevó hacia Betania y, elevando sus manos, los bendijo.
Y mientras los bendecía se separó de ellos, subiendo hacia el Cielo.
Ellos se postraron ante Él y volvieron a Jerusalén con gran alegría; y estaban siempre en el templo bendiciendo a Dios.

Palabra del Señor.

martes, 30 de abril de 2013

LECTURAS DOMINGO VI DE PASCUA


PRIMERA LECTURA
Hemos decidido, el Espíritu Santo y nosotros, 
no imponeros más cargas que las indispensables

Lectura del libro de los Hechos de los Apóstoles 15, 1-2. 22-29
En aquellos días, unos que bajaron de Judea se pusieron a enseñar a los hermanos que, si no se circuncidaban conforme a la tradición de Moisés, no podían salvarse. Esto provocó un altercado y una violenta discusión con Pablo y Bernabé; y se decidió que Pablo, Bernabé y algunos más subieran a Jerusalén a consultar a los apóstoles y presbíteros sobre la controversia. Los apóstoles y los presbíteros con toda la Iglesia acordaron entonces elegir algunos de ellos y mandarlos a Antioquía con Pablo y Bernabé. Eligieron a Judas Barrabás y a Silas, miembros eminentes entre los hermanos, y les entregaron esta carta: 

Los apóstoles y los presbíteros hermanos saludan a los hermanos de Antioquía, Siria y Cilicia convertidos del paganismo. Nos hemos enterado de que algunos de aquí, sin encargo nuestro, os han alarmado e inquietado con sus palabras. Hemos decidido, por unanimidad, elegir algunos y enviároslos con nuestros queridos Bernabé y Pablo, que han dedicado su vida a la causa de nuestro Señor Jesucristo. En vista de esto, mandamos a Silas y a Judas, que os referirán de palabra lo que sigue: Hemos decidido, el Espíritu Santo y nosotros, no imponeros más cargas que las indispensables: que os abstengáis de carne sacrificada a lo ídolos, de sangre, de animales estrangulados y de la fornicación. Haréis bien en apartaros de todo esto. Salud.

Palabra de Dios.
Salmo responsorial
Sal 66, 2-3. 5. 6 y 8 (R.: 4) 
R. Oh Dios, que te alaben los pueblos, que todos los pueblos te alaben. 
0 bien: Aleluya.
El Señor tenga piedad y nos bendiga, 
ilumine su rostro sobre nosotros; 

conozca, la tierra tus caminos, 

todos los pueblos tu salvación. - R.
Que canten de alegría las naciones, 
porque riges el mundo con justicia, 

riges los pueblos con rectitud 

y gobiernas las naciones de la tierra. R.
Oh Dios, que te alaben los pueblos, 
que todos los pueblos te alaben. 

Que Dios nos bendiga; 

que le teman hasta los confines del orbe. R.


SEGUNDA LECTURA 
Me enseñó la ciudad santa, que bajaba del cielo 
Lectura del libro del Apocalipsis 21,10-14. 22-23
El ángel me transportó en éxtasis a un monte altísimo, y me enseñó la ciudad santa, Jerusalén, que bajaba del cielo, enviada por Dios, trayendo la gloria de Dios."Brillaba como una piedra preciosa, como Jaspe traslúcido. 
Tenía una muralla grande y alta y doce puertas custodiadas por doce ángeles, con doce nombres grabados: los nombres de las tribus de Israel. A oriente tres puertas, al norte tres puertas, al occidente tres puertas. 
La muralla tenía doce basamentos que llevaban doce nombres: los nombres de los apóstoles del Cordero. 
Santuario no vi ninguno, porque es su santuario el Señor Dios todopoderoso y el Cordero. 
La ciudad no necesita sol ni luna que la alumbre, porque la gloria de Dios la ilumina y su lámpara es el Cordero.
Palabra de Dios. 

Aleluya Jn 14, 23
El que me ama guardará mi palabra -dice el Señor-, y mi Padre lo amará, y vendremos a él.

 EVANGELIO
El Espíritu Santo os irá recordando todo lo que os he dicho
+ Lectura del santo evangelio según san Juan 14, 23-29
En aquel tiempo, dijo Jesús a sus discípulos: 

    - «El que me ama guardará mi palabra, y mi Padre lo amará, y vendremos a él y haremos morada en él.
 El que no me ama no guardará mis palabras. Y la palabra que estáis oyendo no es mía, sino del Padre que me envió. 

Os he hablado de esto ahora que estoy a vuestro lado, pero el Defensor, el Espíritu Santo, que enviará el Padre en mi nombre, será quien os lo enseñe todo y os vaya recordando todo lo que os he dicho. 

La paz os dejo, mi paz os doy; no os la doy yo como la da el mundo. Que no tiemble vuestro corazón ni se acobarde. Me habéis oído decir: "Me voy y vuelvo a vuestro lado." Si me amarais, os alegraríais de que vaya al Padre, porque el Padre es más que yo. Os lo he dicho ahora, antes de que suceda, para que cuando suceda, sigáis creyendo.»

Palabra del Señor.