Jesús
Dios Padre providente, que alimentas las aves del cielo
Y vistes de vivo color y limpia hermosura las flores del campo,
Enséñanos a poner nuestra confianza en ti que eres nuestro Padre,
Nos quieres con ternura y conoces nuestras necesidades.
Señor de los graneros, danos hoy nuestro pan de cada día,
Y líbranos de la angustia obsesiva del día de mañana,
Para que, asimilando los criterios de Jesús, vivamos libres
De la fiebre del tener y consumir, del poseer y acaparar,
Y seamos capases de compartir lo nuestro con los hermanos.
Haz, señor que busquemos sobre todo tu reino y tu justicia,
Seguros de que tú nos darás lo demás por añadidura. Amén.
(Tomado de B. Caballero: La Palabra cada Domingo, San Pablo, España, 1993, p. 132)
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