Todos los domingos por la mañana, Eucaristía con los jóvenes

Todos los domingos por la mañana, Eucaristía con los jóvenes
Altar. Capilla Ntra Sra. del Rosario.

martes, 30 de abril de 2013

ACCIÓN DE GRACIAS - DOMINGO VI DE PASCUA



Te bendecimos y te damos gracias, dios uno y trino,
porque haces comunión y moras personalmente en los que te aman.
Tú que eres amor y la fuente inagotable del mismo,
haz que guardemos los mandatos de Cristo para mantenernos
en su amistad mediante el amor y la obediencia de la fe.
Gracias también porque Cristo, selló con su sangre
una nueva alianza en el Espíritu, anulando las viejas mediaciones
e inaugurando una nueva religión en espíritu y en verdad.
Desde entonces él es nuestra paz y bendición definitivas.
Colma, Señor, nuestra larga espera y hambre de ti
y haz de nosotros tu lugar de morada para siempre.


Amén.

(Tomado de B. Caballero: La Palabra cada domingo, San Pablo, España, 1995, p. 486)

LECTURAS DOMINGO VI DE PASCUA


PRIMERA LECTURA
Hemos decidido, el Espíritu Santo y nosotros, 
no imponeros más cargas que las indispensables

Lectura del libro de los Hechos de los Apóstoles 15, 1-2. 22-29
En aquellos días, unos que bajaron de Judea se pusieron a enseñar a los hermanos que, si no se circuncidaban conforme a la tradición de Moisés, no podían salvarse. Esto provocó un altercado y una violenta discusión con Pablo y Bernabé; y se decidió que Pablo, Bernabé y algunos más subieran a Jerusalén a consultar a los apóstoles y presbíteros sobre la controversia. Los apóstoles y los presbíteros con toda la Iglesia acordaron entonces elegir algunos de ellos y mandarlos a Antioquía con Pablo y Bernabé. Eligieron a Judas Barrabás y a Silas, miembros eminentes entre los hermanos, y les entregaron esta carta: 

Los apóstoles y los presbíteros hermanos saludan a los hermanos de Antioquía, Siria y Cilicia convertidos del paganismo. Nos hemos enterado de que algunos de aquí, sin encargo nuestro, os han alarmado e inquietado con sus palabras. Hemos decidido, por unanimidad, elegir algunos y enviároslos con nuestros queridos Bernabé y Pablo, que han dedicado su vida a la causa de nuestro Señor Jesucristo. En vista de esto, mandamos a Silas y a Judas, que os referirán de palabra lo que sigue: Hemos decidido, el Espíritu Santo y nosotros, no imponeros más cargas que las indispensables: que os abstengáis de carne sacrificada a lo ídolos, de sangre, de animales estrangulados y de la fornicación. Haréis bien en apartaros de todo esto. Salud.

Palabra de Dios.
Salmo responsorial
Sal 66, 2-3. 5. 6 y 8 (R.: 4) 
R. Oh Dios, que te alaben los pueblos, que todos los pueblos te alaben. 
0 bien: Aleluya.
El Señor tenga piedad y nos bendiga, 
ilumine su rostro sobre nosotros; 

conozca, la tierra tus caminos, 

todos los pueblos tu salvación. - R.
Que canten de alegría las naciones, 
porque riges el mundo con justicia, 

riges los pueblos con rectitud 

y gobiernas las naciones de la tierra. R.
Oh Dios, que te alaben los pueblos, 
que todos los pueblos te alaben. 

Que Dios nos bendiga; 

que le teman hasta los confines del orbe. R.


SEGUNDA LECTURA 
Me enseñó la ciudad santa, que bajaba del cielo 
Lectura del libro del Apocalipsis 21,10-14. 22-23
El ángel me transportó en éxtasis a un monte altísimo, y me enseñó la ciudad santa, Jerusalén, que bajaba del cielo, enviada por Dios, trayendo la gloria de Dios."Brillaba como una piedra preciosa, como Jaspe traslúcido. 
Tenía una muralla grande y alta y doce puertas custodiadas por doce ángeles, con doce nombres grabados: los nombres de las tribus de Israel. A oriente tres puertas, al norte tres puertas, al occidente tres puertas. 
La muralla tenía doce basamentos que llevaban doce nombres: los nombres de los apóstoles del Cordero. 
Santuario no vi ninguno, porque es su santuario el Señor Dios todopoderoso y el Cordero. 
La ciudad no necesita sol ni luna que la alumbre, porque la gloria de Dios la ilumina y su lámpara es el Cordero.
Palabra de Dios. 

Aleluya Jn 14, 23
El que me ama guardará mi palabra -dice el Señor-, y mi Padre lo amará, y vendremos a él.

 EVANGELIO
El Espíritu Santo os irá recordando todo lo que os he dicho
+ Lectura del santo evangelio según san Juan 14, 23-29
En aquel tiempo, dijo Jesús a sus discípulos: 

    - «El que me ama guardará mi palabra, y mi Padre lo amará, y vendremos a él y haremos morada en él.
 El que no me ama no guardará mis palabras. Y la palabra que estáis oyendo no es mía, sino del Padre que me envió. 

Os he hablado de esto ahora que estoy a vuestro lado, pero el Defensor, el Espíritu Santo, que enviará el Padre en mi nombre, será quien os lo enseñe todo y os vaya recordando todo lo que os he dicho. 

La paz os dejo, mi paz os doy; no os la doy yo como la da el mundo. Que no tiemble vuestro corazón ni se acobarde. Me habéis oído decir: "Me voy y vuelvo a vuestro lado." Si me amarais, os alegraríais de que vaya al Padre, porque el Padre es más que yo. Os lo he dicho ahora, antes de que suceda, para que cuando suceda, sigáis creyendo.»

Palabra del Señor.

DISCURSO DEL PAPA ANTE EL CUERPO DIPLOMÁTICO ACREDITADO EN LA SANTA SEDE



Excelencias,
Señoras y señores:
Agradezco sinceramente a vuestro decano, el Embajador Jean-Claude Michel, las amables palabras que me ha dirigido en nombre de todos, y os acojo con gozo en este intercambio de saludos, simple pero intenso al mismo tiempo, que quiere ser idealmente el abrazo del Papa al mundo. En efecto, por vuestro medio encuentro a vuestros pueblos, y así puedo en cierto modo llegar a cada uno de vuestros conciudadanos, con todas sus alegrías, sus dramas, sus esperanzas, sus deseos.
Vuestra numerosa presencia es también un signo de que las relaciones que vuestros países mantienen con la Santa Sede son beneficiosas, son verdaderamente una ocasión de bien para la humanidad. Efectivamente, esto es precisamente lo que preocupa a la Santa Sede: el bien de todo hombre en esta tierra. Y precisamente con esta idea comienza el Obispo de Roma su ministerio, sabiendo que puede contar con la amistad y el afecto de los Países que representáis, y con la certeza de que compartís este propósito. Al mismo tiempo, espero que sea también la ocasión para emprender un camino con los pocos Países que todavía no tienen relaciones diplomáticas con la Santa Sede, algunos de los cuales - se lo agradezco de corazón - han querido estar presentes en la Misa por el inicio de mi ministerio, o enviado mensajes como gesto de cercanía.
Como sabéis, son varios los motivos por los que elegí mi nombre pensando en Francisco de Asís, una personalidad que es bien conocida más allá de los confines de Italia y de Europa, y también entre quienes no profesan la fe católica. Uno de los primeros es el amor que Francisco tenía por los pobres. ¡Cuántos pobres hay todavía en el mundo! Y ¡cuánto sufrimiento afrontan estas personas! Según el ejemplo de Francisco de Asís, la Iglesia ha tratado siempre de cuidar, proteger en todos los rincones de la Tierra a los que sufren por la indigencia, y creo que en muchos de vuestros Países podéis constatar la generosa obra de aquellos cristianos que se esfuerzan por ayudar a los enfermos, a los huérfanos, a quienes no tienen hogar y a todos los marginados, y que, de este modo, trabajan para construir una sociedad más humana y más justa.
Pero hay otra pobreza. Es la pobreza espiritual de nuestros días, que afecta gravemente también a los Países considerados más ricos. Es lo que mi Predecesor, el querido y venerado Papa Benedicto XVI, llama la «dictadura del relativismo», que deja a cada uno como medida de sí mismo y pone en peligro la convivencia entre los hombres. Llego así a una segunda razón de mi nombre. Francisco de Asís nos dice: Esforzaos en construir la paz. Pero no hay verdadera paz sin verdad. No puede haber verdadera paz si cada uno es la medida de sí mismo, si cada uno puede reclamar siempre y sólo su propio derecho, sin preocuparse al mismo tiempo del bien de los demás, de todos, a partir ya de la naturaleza, que acomuna a todo ser humano en esta tierra.
Uno de los títulos del Obispo de Roma es «Pontífice», es decir, el que construye puentes, con Dios y entre los hombres. Quisiera precisamente que el diálogo entre nosotros ayude a construir puentes entre todos los hombres, de modo que cada uno pueda encontrar en el otro no un enemigo, no un contendiente, sino un hermano para acogerlo y abrazarlo. Además, mis propios orígenes me impulsan a trabajar para construir puentes. En efecto, como sabéis, mi familia es de origen italiano; y por eso está siempre vivo en mí este diálogo entre lugares y culturas distantes entre sí, entre un extremo del mundo y el otro, hoy cada vez más cercanos, interdependientes, necesitados de encontrarse y de crear ámbitos reales de auténtica fraternidad.
En esta tarea es fundamental también el papel de la religión. En efecto, no se pueden construir puentes entre los hombres olvidándose de Dios. Pero también es cierto lo contrario: no se pueden vivir auténticas relaciones con Dios ignorando a los demás. Por eso, es importante intensificar el diálogo entre las distintas religiones, creo que en primer lugar con el Islam, y he apreciado mucho la presencia, durante la Misa de inicio de mi ministerio, de tantas autoridades civiles y religiosas del mundo islámico. Y también es importante intensificar la relación con los no creyentes, para que nunca prevalezcan las diferencias que separan y laceran, sino que, no obstante la diversidad, predomine el deseo de construir lazos verdaderos de amistad entre todos los pueblos.
La lucha contra la pobreza, tanto material como espiritual; edificar la paz y construir puentes. Son como los puntos de referencia de un camino al cual quisiera invitar a participar a cada uno de los Países que representáis. Pero, si no aprendemos a amar cada vez más a nuestra Tierra, es un camino difícil. También en este punto me ayuda pensar en el nombre de Francisco, que enseña un profundo respeto por toda la creación, la salvaguardia de nuestro medio ambiente, que demasiadas veces no lo usamos para el bien, sino que lo explotamos ávidamente, perjudicándonos unos a otros.
Queridos Embajadores,
Señoras y Señores,
gracias de nuevo por todo el trabajo que desarrolláis, junto con la Secretaría de Estado, para edificar la paz y construir puentes de amistad y hermandad. Por vuestro medio, quisiera reiterar mi agradecimiento a vuestros Gobiernos por su participación en las celebraciones con motivo de mi elección, con la esperanza de un trabajo común fructífero. Que el Señor Todopoderoso colme de sus dones a cada uno vosotros, a vuestras familias y a los Pueblos que representáis. Muchas gracias.

martes, 23 de abril de 2013

ACCIÓN DE GRACIAS AL DOMINGO V DE PASCUA


Señor Jesús, que al despedirte de tus discípulos dijiste:
“Ámense como yo los he amado; así los reconocerán como de los míos” ,perdona nuestra falta de seriedad. Te dejamos mal muchas veces,porque no nos amamos unos a otros como tú mandaste en la cena.
Después de tantos años de cristianismo todavía no hemos aprendido la lección. Suspenso anual durante siglos y siglos.
Cambia, Señor, nuestro corazón de piedra por otro de carne.
Transvasa tu Espíritu de amor a nuestro interior anquilosado.
Y cuando hayamos desterrado por completo de nuestro estilo
el egoísmo, la soberbia, el desdén, la frialdad y la revancha,
entonces los demás nos reconocerán como tus discípulos.

Amén.


(Tomado de B. Caballero: La Palabra cada domingo, San Pablo, España, 1995, p. 483)


LECTURAS V DOMINGO DE PASCUA

PRIMERA LECTURA
Lectura de los Hechos de los Apóstoles 14, 21b-27.

En aquellos días, volvieron Pablo y Bernabé a Listra, a Iconio y a Antioquía, animando a los discípulos y exhortándolos a perseverar en la fe diciéndoles que hay que pasar mucho para entrar en el Reino de Dios.
En cada iglesia designaban presbíteros, oraban; ayunaban y los encomendaban al Señor en quien habían creído. Atravesaron Pisidia y llegaron a Panfilia. Predicaron en Perge; bajaron a Atalía y allí se embarcaron para Antioquía, de donde los habían enviado, con la gracia de Dios, a la misión que acababan de cumplir. Al llegar, reunieron a la comunidad, les contaron lo que Dios había hecho por medio de ellos y cómo había abierto a los gentiles la puerta de la fe.
Palabra de Dios.

SALMO RESPONSORIAL

Sal 144,8-9. 10-11. 12-13ab

R/. Bendeciré tu nombre por siempre jamás, 

     Dios mío, mi Rey [o, Aleluya]
El Señor es clemente y misericordioso,
lento a la cólera y rico en piedad;
el Señor es bueno con todos,
es cariñoso con todas sus criaturas.
Que todas tus criaturas te den gracias, Señor,
que te bendigan tus fieles;
que proclamen la gloria de tu reinado,
que hablen de tus hazañas.
Explicando tus hazañas a los hombres,
la gloria y majestad de tu reinado.
Tu reinado es un reinado perpetuo,
tu gobierno va de edad en edad.


SEGUNDA LECTURA
Lectura del libro del Apocalipsis 21,1-5a.

Yo, Juan, vi un cielo nuevo y una tierra nueva, porque el primer cielo y la primera tierra han pasado, y el mar ya no existe. Vi la ciudad santa, la nueva Jerusalén, que descendía del cielo, enviada por Dios, arreglada como una novia que se adorna para su esposo. Y escuché una voz potente que decía desde el trono:
-Esta es la morada de Dios con los hombres: acampará entre ellos. Ellos serán su pueblo y Dios estará con ellos. Enjugará las lágrimas de sus ojos. Ya no habrá muerte, ni luto, ni llanto, ni dolor. Porque el primer mundo ha pasado.
Y el que estaba sentado en el trono dijo: «Ahora hago el universo nuevo.»

Palabra de Dios.

EVANGELIO
Lectura del santo Evangelio según San Juan 13,31-33a. 34-35.

Cuando salió Judas del cenáculo, dijo Jesús:
-Ahora es glorificado el Hijo del Hombre y Dios es glorificado en él. (Si Dios es glorificado en él, también Dios lo glorificará en sí mismo: pronto lo glorificará.)
Hijos míos, me queda poco de estar con vosotros.
Os doy un mandamiento nuevo: que os améis unos a otros como yo os he amado. La señal por la que conocerán que sois discípulos míos, será que os amáis unos a otros.

Palabra del Señor.





"PREFIERO UNA IGLESIA ACCIDENTADA A UNA IGLESIA ENFERMA"


Carta del Papa Francisco a los Obispos argentinos reunidos en Conferencia Episcopal.
Queridos Hermanos:
Van estas líneas de saludo y también para excusarme por no poder asistir debido a “compromisos asumidos hace poco” (¿Suena bien?) Estoy espiritualmente junto a Ustedes y pido al Señor que los acompañe mucho en estos días.
Les expreso un deseo: Me gustaría que los trabajos de la Asamblea tengan como marco referencial al Documento de Aparecida y “Navega mar adentro”. Allí están las orientaciones que necesitamos para este momento de la historia. Sobre todo les pido que tengan una especial preocupación por crecer en la misión continental en sus dos aspectos: misión programática y misión paradigmática. Que toda la pastoral sea en clave misionera. Debemos salir de nosotros mismos hacia todas las periferias existenciales y crecer en parresía.
Una Iglesia que no sale, a la corta o a la larga, se enferma en la atmósfera viciada de su encierro. Es verdad también que a una Iglesia que sale le puede pasar lo que a cualquier persona que sale a la calle: tener un accidente. Ante esta alternativa, les quiero decir francamente que prefiero mil veces una Iglesia accidentada que una Iglesia enferma. La enfermedad típica de la Iglesia encerrada es la autorreferencial; mirarse a sí misma, estar encorvada sobre sí misma como aquella mujer del Evangelio. Es una especie de narcisismo que nos conduce a la mundanidad espiritual y al clericalismo sofisticado, y luego nos impide experimentar “la dulce y confortadora alegría de evangelizar”.
Les deseo a todos Ustedes esta alegría, que tantas veces va unida a la Cruz, pero que nos salva del resentimiento, de la tristeza y de la soltenoría clerical. Esta alegría nos ayuda a ser cada día más fecundos, gastándonos y deshilachándonos en el servicio al santo pueblo fiel de Dios; esta alegría crecerá más y más en la medida en que tomemos en serio la conversión pastoral que nos pide la Iglesia.
Gracias por todo lo que hacen y por todo lo que van a hacer. Que el Señor nos libre de maquillar nuestro episcopado con los oropeles de la mundanidad, del dinero y del “clericalismo de mercado”. La Virgen nos enseñará el camino de la humildad y ese trabajo silencioso y valiente que lleva adelante el celo apostólico.
Les pido, por favor, que recen por mí, para que no me la crea y sepa escuchar lo que Dios quiere y no lo que yo quiero. Rezo por Ustedes.
Un abrazo de hermano y un especial saludo al pueblo fiel de Dios que tienen a su cuidado. Les deseo un santo y feliz tiempo pascual.
Que Jesús los bendiga y la Virgen Santa los cuide.

Fraternalmente,
Vaticano, 25 de marzo de 2013
http://www.cea.org.ar/

martes, 16 de abril de 2013

SER CRISTIANOS NO ES SOLO CUMPLIR LOS MANDAMIENTOS

Queridos hermanos y hermanas:
Deseo reflexionar sobre el valor salvífico de la Resurrección de Jesús, en la que se funda nuestra fe y por la que hemos sido liberados del pecado y hechos hijos de Dios, generados a una vida nueva. Éste es el don más grande que recibimos del Misterio Pascual de Cristo. Dios nos trata como hijos, nos comprende, nos perdona, nos abraza y nos ama aun cuando nos equivocamos. Esta relación de hijos con el Señor debe crecer, ser alimentada cada día con la escucha de su Palabra, la oración, la participación en los Sacramentos y la práctica de la caridad.
Comportémonos como hijos de Dios, sin desanimarnos por nuestras caídas, sintiéndonos amados por Él, sabiendo que Él es nuestra fuerza. (...) Porque él es siempre fiel. Ser cristianos no se reduce sólo a cumplir los mandamientos, es ser de Cristo, pensar, actuar, amar como Él, dejando que tome posesión de nuestra existencia para que la cambie, la trasforme, la libere de las tinieblas del mal y del pecado. A quien nos pida razón de nuestra esperanza, mostrémosle a Cristo Resucitado y hagámoslo con el anuncio de la Palabra, pero sobre todo con nuestra vida de resucitados. Porque nosotros también por el bautismo hemos resucitado como Cristo.
Saludo cordialmente a los peregrinos de lengua española, provenientes de España, Argentina, México y los demás países hispanoamericanos. En particular, al grupo de las diócesis de Galicia, con sus Obispos, así como a los sacerdotes del curso de actualización del Pontificio Colegio Español, y al grupo del Club Atlético San Lorenzo de Almagro, de Buenos Aires... (eso es muy importante). Invito a todos a dar testimonio del gozo de ser hijos de Dios, de la libertad que da el vivir en Cristo, que es la verdadera libertad. Muchas gracias.
(Audiencia del miércoles 10 de Abril de 2013).

ACCIÓN DE GRACIAS - IV Domingo de Pascua.



Bendito seas, Padre, porque cuidas de tu pueblo con amor

Y por medio de Cristo lo proteges y le das vida en abundancia.
Tú ha constituido a Jesús sacerdote y pastor de la Iglesia,
Y nadie podrá arrebatarle las ovejas que tú le has encomendado.

Te damos gracias porque Cristo confió su misión pastoral
A hombres sacados del pueblo para transmitir tu palabra,
Administrar los sacramentos y presidir la comunidad de fe,
Sirviendo a sus hermanos con amor y solicitud pastoral.
Así perpetúa Jesús, el Buen Pastor, su pastoreo entre nosotros.

Pero la mies es mucha y los trabajadores son pocos.
Te pedimos, Señor, que envíes vocaciones a tu Iglesia.

Amén.


(Tomado de B. Caballero: La Palabra cada domingo, San Pablo, España, 1995, p. 480)

DOMINGO IV DE PASCUA



PRIMERA LECTURA
                      Sabed que nos dedicamos a los gentiles

Lectura del libro de los Hechos de los apóstoles 13, 14. 43-52

    En aquellos días, Pablo y Bernabé desde Perge siguieron hasta Antioquia de Pisidia; el sábado entraron en la sinagoga y tomaron asiento. 

Muchos judíos y prosélitos practicantes se fueron con Pablo y Bernabé, que siguieron hablando con ellos, exhortándolos a ser fieles a la gracia de Dios. 
El sábado siguiente, casi toda la ciudad acudió a oír la palabra de Dios. 
Al ver el gentío, a los judíos les dio mucha envidia y respondían con insultos a las palabras de Pablo. 
Entonces Pablo y Bernabé dijeron sin contemplaciones: 
    - «Teníamos que anunciaros primero a vosotros la palabra de Dios; pero como la rechazáis y no os consideráis dignos de la vida eterna, sabed que nos dedicamos a los gentiles. Así nos lo ha mandado el Señor: "Yo te haré luz de los gentiles, para que lleves la salvación hasta el extremo de la tierra." »

Cuando los gentiles oyeron esto, se alegraron y alababan la palabra del Señor; y los que estaban destinados a la vida eterna creyeron. 
La palabra del Señor se iba difundiendo por toda la región. Pero los judíos incitaron a las señoras distinguidas y devotas y a los principales de la ciudad, provocaron una persecución contra Pablo y Bernabé y los expulsaron del territorio. 
Ellos sacudieron el polvo de los pies, como protesta contra la ciudad, y se fueron a Iconio. Los discípulos quedaron llenos de alegría y de Espíritu Santo.


Palabra de Dios.

Salmo responsorial Sal 99, 2. 3. 5 (R.: 3c)

R. Somos su pueblo y ovejas de su rebaño. 
0 bien Aleluya.
Aclama al, Señor, tierra entera, 
servid al Señor con alegría, 
entrad en su presencia con vítores. R.


Sabed que el Señor es Dios: 
que él nos hizo, y somos suyos, 
su pueblo y ovejas de su rebaño. R.


«El Señor es bueno, 
su misericordia es eterna, 
su fidelidad por todas las edades.» R.


SEGUNDA LECTURA
El Cordero será su pastor, y los conducirá hacia fuentes de aguas vivas

Lectura del libro del Apocalipsis 7, 9. 14b-17
Yo, Juan, vi una muchedumbre inmensa, que nadie podría contar, de toda nación, raza, pueblo y lengua, de pie delante del trono y del Cordero, vestidos con vestiduras blancas y con palmas en sus manos. 

Y uno de los ancianos me dijo: 
    - «Éstos son los que vienen de la gran tribulación: han lavado y blanqueado sus vestiduras en la sangre del Cordero. 
Por eso están ante el trono de Dios, dándole culto día y noche en su templo. 
El que se sienta en el trono acampará entre ellos. Ya no pasarán hambre ni sed, no les hará daño el sol ni el bochorno. Porque el Cordero que está delante del trono será su pastor, y los conducirá hacia fuentes de aguas vivas. 
Y Dios enjugara las lágrimas de sus ojos.


Palabra de Dios.

Aleluya Jn 10, 14
Yo soy el buen Pastor -dice el Señor-, conozco mis ovejas, y las mías me conocen.

EVANGELIO
Yo doy la vida eterna a mis Ovejas

Lectura del santo evangelio según san Juan 10, 27-30

En aquel tiempo, dijo Jesús: 
    - «Mis ovejas escuchan mi voz, y yo las conozco, y ellas me siguen, y yo les doy la vida eterna; no perecerán para siempre, y nadie las arrebatará de mi mano. 

Mi Padre, que me las ha dado, supera a todos, y nadie puede arrebatarlas de la mano de mi Padre. 
 Yo y el Padre somos uno.»

Palabra del Señor.

jueves, 11 de abril de 2013

ACCIÓN DE GRACIAS III DOMINGO DE PASCUA



Señor Jesús, como a Pedro, hoy tú nos preguntas también:
¿Me amas? Sí, Señor: pero concédenos amarte todavía mucho más
con un corazón caldeado por el fuego inextinguible de tu amor.

Tú nos abriste el camino que lleva hasta el Padre
y, gracias a ti, la vida es mucho más fuerte que la muerte.
Estamos seguros por la fe de que vives en nosotros
y estás presente en cada hombre y mujer, nuestros hermanos.

Haz que nos entreguemos a la apasionante tarea de amarte,
queriendo sin medida a los demás con el amor con que tú los amas.
Danos la fuerza de tu Espíritu para ser tus testigos siempre,
y obedecer la voluntad de Dios si temor a nada ni a nadie.

Amén.


(Tomado de B. Caballero: La Palabra cada domingo, San Pablo, España, 1995, p. 477)



LECTURAS - DOMINGO III DE PASCUA


PRIMERA LECTURA
Testigos de esto somos nosotros y el Espíritu Santo

Lectura del libro de los Hechos de los apóstoles 5, 27b-32. 40b-41
    En aquellos días, el sumo sacerdote interrogó a los apóstoles y les dijo:
    - «¿No os hablamos prohibido formalmente enseñar en nombre de ése? En cambio, habéis llenado Jerusalén con vuestra enseñanza y queréis hacernos responsables de la sangre de ese hombre.»
    Pedro y los apóstoles replicaron:
    - «Hay que obedecer a Dios antes que a los hombres. El Dios de nuestros padres resucitó a Jesús, a quien vosotros matasteis, colgándolo de un madero. La diestra de Dios lo exaltó, haciéndolo jefe y salvador, para otorgarle a Israel la conversión con el perdón de los pecados. Testigos de esto somos nosotros y el Espíritu Santo, que Dios da a los que le obedecen.»  
    Prohibieron a los apóstoles hablar en nombre de Jesús y los soltaron. Los apóstoles salieron del Sanedrín contentos de haber merecido aquel ultraje por el nombre de Jesús.


Palabra de Dios.


Salmo responsorial
Sal 29, 2 y 4. 5 y 6. 11 y l2a y 13b (R.: 2a)

R. Te ensalzaré, Señor, porque me has librado. 0 bien: Aleluya.
Te ensalzaré, Señor, porque me has librado
y no has dejado que mis enemigos serían de mi.
Señor, sacaste mi vida del abismo,
me hiciste revivir cuando bajaba a la fosa. R.
Tañed para el Señor, fieles suyos, dad gracias a su nombre santo;
su cólera dura un instante,
su bondad, de por vida;
al atardecer nos visita el llanto;
por la mañana, el júbilo. R.
Escucha, Señor, y ten piedad de mí;
Señor, socórreme.
Cambiaste mi luto en danzas.
Señor, Dios mío, te daré gracias por siempre. R.


SEGUNDA LECTURA
Digno es el Cordero degollado de recibir el poder y la riqueza

Lectura del libro del Apocalipsis 5, 11-14

    Yo, Juan, en la visión escuché la voz de muchos ángeles: eran millares y millones alrededor del trono y de los vivientes y de los ancianos, y decían con voz potente:
    «Digno es el Cordero degollado de recibir el poder, la riqueza, la sabiduría, la fuerza, el honor, la gloria y la alabanza.»
    Y oí a todas las criaturas que hay en el cielo, en la tierra, bajo la tierra, en el mar -todo lo que hay en ellos-, que decían:
    «Al que se sienta en el trono y al Cordero la alabanza, el honor, la gloria y el poder por los siglos de los siglos.»
    Y los cuatro vivientes respondían: «Amén.»
    Y los ancianos se postraron rindiendo homenaje


Palabra de Dios.
EVANGELIO
Jesús se acerca, toma el pan y se lo da, y lo mismo el pescado

Lectura del santo evangelio según san Juan 21, 1-19

    En aquel tiempo, Jesús se apareció otra vez a los discípulos junto al lago de Tiberíades. Y se apareció de esta manera:
    Estaban juntos Simón Pedro, Tomás apodado el Mellizo, Natanael el de Caná de Galilea, los Zebedeos y otros dos discípulos suyos.
    Simón Pedro les dice:
    - «Me voy a pescar.»
    Ellos contestan:
    - «Vamos también nosotros contigo.»
    Salieron y se embarcaron; y aquella noche no cogieron nada. Estaba ya amaneciendo, cuando Jesús se presentó en la orilla; pero los discípulos no sabían que era Jesús.
    Jesús les dice:
    - «Muchachos, ¿tenéis pescado?»
    Ellos contestaron:
    - «No.»
    Él les dice:
    «Echad la red a la derecha de la barca y encontraréis.»
    La echaron, y no tenían fuerzas para sacarla, por la multitud de peces. Y aquel discípulo que Jesús tanto quería le dice a Pedro:
    - «Es el Señor.»
    Al oír que era el Señor, Simón Pedro, que estaba desnudo, se ató la túnica y se echó al agua. Los demás discípulos se acercaron en la barca, porque no distaban de tierra más que unos cien metros, remolcando la red con los peces.
    Al saltar a tierra, ven unas brasas con un pescado puesto encima y pan. Jesús les dice:
    - «Traed de los peces que acabáis de coger. »
    Simón Pedro subió a la barca y arrastró hasta la orilla la red repleta de peces grandes: ciento cincuenta y tres. Y aunque eran tantos, no se rompió la red.
    Jesús les dice:
    - «Vamos, almorzad.» Ninguno de los discípulos se atrevía a preguntarle quién era, porque sabían bien que era el Señor. Jesús se acerca, toma el pan y se lo da, y lo mismo el pescado.
    Esta fue la tercera vez que Jesús se apareció a los discípulos, después de resucitar de entre los muertos.
    Después de comer, dice Jesús a Simón Pedro:
    «Simón, hijo de Juan, ¿me amas más que éstos?»
    El le contestó:
    - «SI, Señor, tú sabes que te quiero. »
    Jesús le dice:
    - «Apacienta mis corderos.»
    Por segunda vez le pregunta:
    - «Simón, hijo de Juan, ¿me amas?»
    Él le contesta:
    - «SI, Señor, tú sabes que te quiero.»
    Él le dice:
    - «Pastorea mis ovejas.
    Por tercera vez le pregunta:
    «Simón, hijo de Juan, ¿me quieres?»
    Se entristeció Pedro de que le preguntara por tercera vez si lo quería y le contestó:
    - «Señor, tú conoces todo, tú sabes que te quiero.»
    Jesús le dice:
    «Apacienta mis ovejas.
    Te lo aseguro: cuando eras joven, tú mismo te ceñías e ibas~ adonde querías; pero, cuando seas viejo, extenderás las manos, otro te ceñirá y te llevará adonde no quieras.»
    Esto dijo aludiendo a la muerte con que iba a dar gloria a Dios.
    Dicho esto, añadió:
    - «Sígueme.»


Palabra del Señor.