VATICANO, 11 Nov-
El
Papa Francisco ha enviado una carta al Primer Ministro de Australia,
Tony Abbot, que será el encargado de presidir la Cumbre de los Jefes de
Estado y Gobierno de 2º países (conocido como G-20) y que tendrá lugar
el 15 y 16 de noviembre en la ciudad de Brisbane, al noroeste del país.
En la misiva el Santo Padre denuncia nuevamente la persecución religiosa
a la que son sometidos los cristianos en Oriente Medio y a la grave
situación que viven desde la aparición del denominado Estado Islámico.
Por esto, el Papa Francisco pide un acuerdo que lleve, en el marco de la
ordenación de la ONU, al “fin definitivo en Oriente Medio de la injusta
agresión contra diferentes grupos, religiosos y étnicos, incluidas las
minorías”.
Este acuerdo tendría que llevar también “a la eliminación de las causas
profundas del terrorismo que ha alcanzado proporciones hasta ahora
inimaginables”, entre las que se encuentran “la pobreza, el
subdesarrollo y la exclusión”.
El Santo Padre considera que “cada vez es más evidente que la solución a
este grave problema no puede ser exclusivamente de naturaleza militar,
sino que también debe centrarse en aquellos que de una u otra manera
alientan a los grupos terroristas con el apoyo político, el comercio
ilegal de petróleo o el suministro de armas y tecnología”.
“También es necesario un esfuerzo educativo y una conciencia más clara
de que la religión no puede utilizarse como forma de justificar la
violencia”, ha manifestado en el escrito al Primer Ministro de
Australia.
“Estos conflictos dejan cicatrices profundas y producen en varias partes
del mundo situaciones humanitarias insoportables”, ha indicado el Papa
Francisco en relación a uno de los temas que más le preocupan.
El Santo Padre pidió también que los Estados Miembros del G20 “sean
ejemplo de generosidad y solidaridad a la hora de hacer frente a las
necesidades de las víctimas de estos conflictos, especialmente de los
refugiados”.
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