ROMA, 26 Ago. 16 - El grupo de bomberos de la Santa Sede enviado por el Papa Francisco a la localidad de Amatrice, uno de los lugares más afectados por el terremoto del 24 de agosto en Italia, rescató entre los escombros a un niño de 3 años de edad.
Según señala Radio Vaticana, los bomberos pudieron rescatar al pequeño pero no lograron extraer con vida a los padres ni a la hermana de 10 años, que también estaban bajo los restos de la casa en la que habitaban.
El grupo de bomberos, enviado por el Santo Padre el mismo día del sismo de 6,2 grados en la escala de Richter, también llevó hasta Amatrice rosarios e imágenes con la bendición del Pontífice. Además de los bomberos, el Papa envió ayer a un grupo de gendarmes del Vaticano.
En la Misa que presidió el jueves 25 de agosto en la capilla de la Casa Santa Marta, el Papa Francisco recibió a un grupo de religiosas clarisas de Santa María de Vallegloria, una comunidad de la localidad de Spello en Umbria, afectada por el terremoto de 1997 que se vio obligada a vivir durante 14 años en un container.
En la Eucaristía, informa Radio Vaticana, se rezó por todos los afectados por el terremoto; y el Santo Padre alentó a las religiosas a sembrar esperanza y testimoniar a Cristo con la oración y la vida. Jesús, dijo el Pontífice, es la verdadera riqueza incluso cuando no tenemos nada.
La cifra de fallecidos a causa del terremoto del 24 de agosto se elevó a 267 mientras que las personas rescatadas de entre los escombros son hasta ahora 238. La gran cantidad de personas bajo los escombros se explica porque el sismo ocurrió alrededor de las 3:30 a.m., cuando la gente aún dormía en los pueblos italianos de Accumoli y Amatrice (Rieti), y Arquata del Tronto (Ascoli Piceno).
Junto a los bomberos y gendarmes, ya hay varios médicos y enfermeros del Vaticano listos para partir a las zonas afectadas por el sismo.
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