Cercanos a la víspera de todos los santos, aparecen nuevamente los anuncios para celebrar Halloween
con la fiesta de disfraces, los niños pidiendo dulces en las casas y
las películas de terror. Toda una festividad aparentemente “inofensiva”,
pero ¿puede un católico celebrar Halloween? Aquí una sencilla
alternativa, también para los más pequeños de la casa.
El domingo 26 de octubre, el P. Héctor Zúñiga y más de 150 fieles de la
Parroquia Casa Blanca en León (México) recorrieron las calles de la
colonia Casa Blanca para hacer un llamado a la comunidad católica de
dejar de festejar halloween y retomar el verdadero sentido con el que
nació esta celebración que se origina en la Víspera de todos los santos.
“Es una fiesta para tratar de recuperar el sentido original de la
Víspera de Todos los Santos que las fiestas paganas de Halloween han
robado a la iglesia”, dijo el presbítero.
Halloween
es la abreviación del inglés antiguo “All hallow’s eve” que significa
“Víspera de todos los santos” y nació refiriéndose a esta gran fiesta
cristiana, pero con el tiempo fue tomando un sentido poco santo y
propagando imágenes o símbolos demoníacos.
Es por ello que el P. Héctor con cerca de 70 niños disfrazados de santos
y ángeles salieron a las calles, en compañía de sus padres, mientras el
sacerdote oraba a través de un altavoz, seguido de coros y porras.
En el camino, los participantes se detenían en hogares que tuvieran un altar para cantar y hacer alguna oración.
“Nos proponemos comenzar una transformación cultural: cambiar la
celebración pagana que representa una aberración para la fe católica,
por una fiesta que rinda honores a Jesucristo”, dijo el P. Zúñiga.
“Las empresas extranjeras que se dedican a promover estas fiestas van
creando necesidades superfluas en el consumo de la población, formando
un capitalismo “salvaje y deshumanizador, las personas necesitan
espacios o períodos de esparcimiento y de recreación, y con la creciente
ola de violencia que hay en el País, estos espacios son aceptados por
las personas”, añadió.
El Papa Francisco, en su homilía del 11 de abril, comentó sobre las
tácticas del demonio para tentar al hombre y alejarlo de Dios.
“¿Cómo hace el demonio para alejarnos del camino de Jesús? La tentación
comienza levemente, pero crece: siempre crece. Segundo, crece y contagia
a otro, se transmite a otro, trata de ser comunitaria. Y, al final,
para tranquilizar el alma, se justifica. Crece, contagia y se
justifica”, advirtió.
Lo mismo pasa con Halloween, al perder su sentido cristiano. Se comienza
con golosinas, máscaras, disfraces que parecen atractivos y contagian,
pero que a la larga fomentan el “consumo del terror” y valores contrarios a la fe.
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