ROMA, 18 Jul. 14.- “Hay un hambre especial (espiritual), y si se le pregunta a los coreanos si alguien se ha hecho católico últimamente, ellos dirán que lo han hecho ‘porque querían encontrar paz, de mente y de corazón’”. Así lo señala el sacerdote P. Denis Kim, natural de Seúl, ante la próxima visita del Papa Francisco a Corea del 14 al 18 de agosto.
En declaraciones a CNA –agencia del grupo ACI en inglés– el profesor de sociología de la Pontificia Universidad Gregoriana comentó que ante el viaje del Papa al país asiático “los coreanos están muy emocionados y llenos de alegría”.
El sacerdote jesuita dice además que “hay una gran expectativa por la renovación de la Iglesia en Corea. En otras palabras, el Santo Padre puede llevar frescura y dar inspiración y un sentido de dirección allá”.
En opinión del presbítero, el viaje del Papa será importante no solo para Corea sino para toda Asia, especialmente para Japón y China en donde también hay un gran anhelo de reconciliación.
Sobre las razones por las cuales la Iglesia ha experimentado un gran crecimiento en Corea en los últimos años, el P. Kim señala que ese se debe a que esta institución “ha adquirido credibilidad y autoridad moral en comparación a otras religiones en el país. Cuando uno la compara con otros países asiáticos, el crecimiento de la Iglesia en Corea es realmente excepcional”.
Para el sacerdote, el Papa se ha ganado el corazón de los coreanos con su “salir al encuentro y con su muy honesta forma de hablar e interactuar con otros y su respeto por ellos, especialmente por los marginados y los pobres. Esto realmente atrae a las generaciones más jóvenes”.
“Por ello, el mejor mensajes es el mensajero mismo”, precisó.
“Usualmente las generaciones jóvenes son tratadas como un objeto para la misión, como los estudiantes que tienen que aprender y ser educados”, pero el Papa Francisco “los invita como a un compañero para esa misión. Por ello, los jóvenes se sienten respetados y son reconocidos e invitados a esta misión como compañeros”.
El sacerdote dijo luego que “necesitamos nuevas formas de discipulados, nuevas formas de martirio, de testimonio. Necesitamos discípulos que no teman ser testigos de la fe en este mundo contemporáneo, democrático y capitalista”.
El P. Kim dijo que, de la visita del Santo Padre, espera “un llamado a la reconciliación en su mensajes, un llamado a reducir la carrera armamentista, eso sería muy significativo”. El sacerdote indicó también que el Pontífice podría alentar a los obispos de las conferencias episcopales de Corea, Japón y China a “caminar juntos más de cerca hacia la paz”.
En su visita a Corea, en ocasión de la sexta Jornada Asiática de la Juventud, el Papa Francisco beatificará a 124 mártires que murieron por odio a la fe en el siglo XIX.
En la última década los católicos en Corea han crecido en un 70 por ciento. Entre los años 1949 y 2010, pasaron de ser el 0.6 por ciento de la población total al 10.9 por ciento, aproximadamente cinco millones de personas.
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