Todos los domingos por la mañana, Eucaristía con los jóvenes

Todos los domingos por la mañana, Eucaristía con los jóvenes
Altar. Capilla Ntra Sra. del Rosario.

viernes, 30 de junio de 2017

HOY ES UN BUEN DÍA PARA...SER BONDADOSOS

PARA QUE LES SIRVA DE TESTIMONIO

El evangelio de hoy nos relata la curación de un leproso. Por entonces ser leproso era ser un apestado, un marginado social, un maldito.

Pero todo eso no le importaba a Jesús, Él solo quería hacer el bien. Para eso vino a nosotros. Y le curó, como no podía ser de otra manera después de que se lo pidiera.

Y no hizo el milagro para gloriarse, para que le hiciéramos reverencias... sino para que nos sirviera de testimonio de su Bondad y ternura hacia nosotros. Es Dios, no podía ser de otra manera.


Que tengan un feliz día.


EL CARDENAL PELL SE DEFENDERÁ DE PRESUNTOS DELITOS DE ABUSOS


Regresará a Australia  pero La Secretaría de Economía proseguirá su labor. El Papa ha apreciado la honestidad del cardenal en su labor de reforma.

El cardenal australiano George Pell informó ayer en una rueda de prensa que regresa a su país, Australia, para defenderse ante imputaciones de presuntos abusos ocurridos varias décadas atrás. 
De esta manera el purpurado renuncia a la inmunidad de la que podría gozar en cuanto ciudadano del Estado-Ciudad del Vaticano y deja momentaneamente la Secretaría de Economía de la Santa Sede, la cual proseguirá con sus labores.
El Santo Padre fue informado por el proprio Cardenal Pell y le ha concedido un periodo de excedencia para poderse defender. Durante la ausencia del Cardenal y Prefecto la Secretaría para la Economía continuará desarrollando sus deberes institucionales dirigida por los Secretarios.
El Santo Padre, que ha podido apreciar la honestidad del Cardenal Pell durante los tres años de trabajo en la Curia Romana, le está agradecido por su colaboración y, en particular, por su enérgico empeño a favor de las reformas en el sector económico y administrativo y por su activa participación en el Consejo de los Cardenales (C9).
La Santa Sede expresa su máximo respeto hacia la justicia australiana, que deberá decidir con respecto a las cuestiones suscitadas.
Al mismo tiempo, se recuerda que el Cardenal Pell ha condenado desde hace décadas abiertamente y repetidamente los abusos cometidos contra menores como actos inmorales e intolerables; ha cooperado en el pasado con las Autoridades australianas (por ejemplo, en las declaraciones ante la Royal Commission), ha apoyado la creación de la Comisión Pontificia para la Tutela de los Menores y, finalmente, como Obispo diocesano en Australia, introdujo sistemas y procedimientos para la protección de los menores y para garantizar la asistencia a las víctimas de abusos».

EL PAPA EN EL ÁNGELUS DE LA FESTIVIDAD DE SAN PEDRO Y SAN PABLO


Pedro y Pablo fueron enviados a anunciar el Evangelio en ambientes difíciles.
Cuando nos reconciliamos con Dios, somos liberados de los vínculos del mal y podemos ser testigos de que hemos recibido misericordia.

Los Padres de la Iglesia amaban comparar a los santos Apóstoles Pedro y Pablo con dos columnas, sobre las cuales se apoya la construcción visible de la Iglesia. Ambos han confirmado con su propia sangre el testimonio dado a Cristo con la predicación y el servicio a la naciente comunidad cristiana. 
El Libro de los Hechos de los Apóstoles (Cfr. 12,1-11) narra el evento de la reclusión y de la consiguiente liberación de Pedro. Él experimentó el rechazo del Evangelio ya en Jerusalén, pero fue salvado de modo milagroso y así pudo llevar a cabo su misión evangelizadora, primero en Tierra Santa y después en Roma, poniendo todas sus energías al servicio de la comunidad cristiana.
También Pablo experimentó hostilidades de las que fue liberado por el Señor. Enviado por el Resucitado a muchas ciudades con poblaciones paganas, él encontró fuertes resistencias por parte de sus correligionarios y de las civiles. 
Estas dos “liberaciones”, de Pedro y de Pablo, revelan el camino común de los dos Apóstoles, los cuales fueron enviados por Jesús a anunciar el Evangelio en ambientes difíciles y en ciertos casos hostiles. Ambos, con sus acontecimientos personales y eclesiales, demuestran y nos dicen a nosotros, hoy, que el Señor está siempre a nuestro lado, camina con nosotros, no nos abandona jamás. Especialmente en el momento de la prueba, Dios nos extiende la mano, viene en nuestra ayuda y nos libera de las amenazas de los enemigos.
Pero recordémonos que nuestro verdadero enemigo es el pecado, y el Maligno que nos empuja a ello. Cuando nos reconciliamos con Dios, especialmente en el Sacramento de la Penitencia, recibiendo la gracia del perdón, somos liberados de los vínculos del mal y aliviados del peso de nuestros errores. Así podemos continuar nuestro recorrido de gozosos anunciadores y testigos del Evangelio, demostrando que nosotros en primer lugar hemos recibido misericordia.