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Altar. Capilla Ntra Sra. del Rosario.

sábado, 17 de junio de 2017

PRÓLOGO DEL PAPA AL LIBRO-ENTREVISTA AL CARDENAL TURKSON




‘Corrosión’ es el título del volumen que se ha publicado cuando se celebra en el Vaticano una cumbre sobre el tema de la corrupción.

El mismo día en que se realiza en el Vaticano un debate internacional sobre la corrupción, sale a la luz el libro-entrevista al cardenal Peter Turkson, Prefecto del Dicasterio del Desarrollo Humano Integral, con prólogo del Papa Francisco.
El debate lo organizó el jueves pasado dicho Dicasterio, en colaboración con la Academia Pontificia de Ciencias Sociales. 
El autor del libro-entrevista al Cardenal Turkson ‘Corrosión’, es Vittorio V. Alberti y lo ha publicado la Editorial Rizzoli.
El Papa indica en su prólogo que la palabra corrupto hacer recordar a “corazón roto”, “manchado por algo”, “arruinado”, y profundiza en uno de los males que más está combatiendo durante su pontificado.
El Papa Francisco identifica dos factores, “el estado interior” de una persona y “el hecho social”. Y parte de tres relaciones que caracterizan la vida humana: con Dios, con el prójimo y con el ambiente.
Por ello indica el Papa, cuando una persona es honesta vive estas relaciones responsablemente, mirando al bien común. Por el contrario el hombre que se deja corromper ‘sufre una caída’ y una ‘conducta antisocial’. Así la corrupción acaba por “disolver la validez de las relaciones” y se rompen los “pilares” de la coexistencia entre las personas, prevaleciendo los intereses particulares y es como un veneno que “contamina todas las perspectivas”.
El “corrupto” es en el fondo uno que tiene el “mal olor” de un corazón en descomposición. Y esto está en el origen de la explotación, de la degradación, de la injusticia social, de la “mortificación del mérito” y de la ausencia de los servicios a las personas. Pero también en la raíz de la esclavitud, de la degradación de las ciudades y de los bienes comunes de la naturaleza.
La corrupción “es una forma de blasfemia”, es “el arma y el lenguaje más común también de las mafias”, un “proceso de muerte que precede a la cultura de la muerte”, de quien organiza el crimen. El Papa asegura que en un momento en el que ya es difícil imaginar el futuro, “la corrupción mina la esperanza de que sea posible mejorar.
El Papa Francisco indica también el peligro de la corrupción en la Iglesia, que se manifiesta, con la 'mundanidad' espiritual, la tibieza, la hipocresía, el triunfalismo y el sentido de la indiferencia. Y exhorta a los cristianos a mantenerse unidos, como los copos de nieve, de manera que produzcan una avalancha de un nuevo humanismo.

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