En el día de hoy en el que se celebra la Fiesta de la Presentación del Señor, la Iglesia lo dedica especialmente a la Vida Consagrada, a todos los Religiosos y Religiosas, Monjes y Monjas.
A Jesús lo ofrecieron sus padres en el Templo de Jerusalén.
Los consagrados a Dios en pobreza, obediencia y castidad se ofrecen a Dios a diario por el crecimiento del Reino de Dios.
Son personas entregadas a los demás, sin tiempo para ellos, poniendo por delante a los demás, entregándose desinteresadamente al bien del prójimo hasta entregar su propia vida.
Tengamos hoy un recuerdo y una oración especial por ellos.
Que todos ustedes tengan un buen día
No hay comentarios:
Publicar un comentario